Las empresas de control de fauna ven comprometida la seguridad del aeropuerto

De esta manera afirman, «cualquier empresa sin la debida solvencia profesional podría optar a la adjudicación de un servicio definido por Aena como esencial para la seguridad aérea».

Los pliegos exigen técnicas, según la asociación, «claramente contraproducentes» en el caso de este aeropuerto y por su cercanía al río Ebro, que hace que las labores de control se realicen sobre algunas de las especies de aves más peligrosas (águilas, milanos negros, cigüeñas y buitres) para las maniobras de aterrizaje y despegue.

También se encuentra desaconsejado, aseguran, el cultivo de las tierras que circundan las pistas del interior del aeropuerto debido a la problemática que la fauna salvaje puede ocasionar al tráfico aéreo. Un ejemplo de ello puede ser la visita al interior del recinto de nuevas especies que pueden crear una situación peligrosa al colisionar con el tren de aterrizaje de las aeronaves.

Un caso de gran importancia se dio recientemente en Estados Unidos donde un Airbus A320 colisionó con una bandada de gansos que paralizó los dos motores de la aeronave, forzando un aterrizaje de emergencia sobre el río Hudson en Nueva York.