«Como empresa nos entristece, pero la responsabilidad es del San Pedro»

«Nos entristece lo que está pasando, y creemos que hay que poner soluciones ya. Al final nosotros también acabamos sufriendo las consecuencias de este colapso que, tristemente, está afectando a los pacientes, pero no hay que olvidar que el nuestro es un servicio extrahospitalario y lo que ocurre dentro se escapa a nuestra competencia», señala Zaldívar, quien desmiente en todo caso la denuncia de la CSIF que acusa a esta sociedad de no facilitar comida y bebida a los empleados de las ambulancias. «No hemos tenido ni una denuncia sobre este asunto, porque además hacemos lo posible para que no les falten alimentos».

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Por su parte, la Consejería de Salud del Gobierno de La Rioja, que desprivatizó el servicio de ambulancias en abril, negó «categóricamente» las acusaciones de la CSIF y desmintió que los pacientes «se concentren en pasillos».

«Es verdad que ha subido la presión hospitalaria por las circunstancias sanitarias actuales y que este está siendo un verano muy diferente a otros, pero en ningún caso se han dado circunstancias como las que describe la central CSIF-Rioja», señalan fuentes de la Consejería en relación a la afirmación del sindicato de que se llegan a acumular más de ocho vehículos en las puertas del servicio de Urgencias o que los pacientes tengan que esperar hasta seis horas o que haya habido servicios de emergencias que no se han podido atender.