Trabajadoras de la residencia Hermanas Hospitalarias de la Santa Cruz de Logroño, cuya plantilla la forman 52 personas y 45 son mujeres. Miguel Herreros

El empleo femenino bate récords y ya supera el 48% de las afiliaciones a la Seguridad Social

La Rioja tiene la cuarta tasa más alta de España de mujeres trabajadoras, pero suman menos contratos indefinidos y mayor temporalidad

Viernes, 29 de marzo 2024, 08:37

En una clara tendencia al alza, sobre todo en los últimos meses, el empleo femenino en La Rioja va camino de acercarse a la paridad en cuanto a las afiliaciones de trabajadores a la Seguridad Social. El porcentaje de mujeres sigue creciendo y se sitúa, ... con los últimos datos oficiales de febrero de 2024, en el 48,24%, una tasa casi un punto por encima de la media nacional (47,26%) y que es la cuarta más alta de España, sólo superada por las regiones de la cornisa cantábrica: Asturias (49,24%), Galicia (49,18%) y Cantabria (48,38%).

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El mercado laboral en nuestra comunidad sigue incorporando cotizantes y en una población con más de la mitad mujeres –en concreto, el 50,65% del censo– la afiliación femenina también crece hasta situarse en 65.608 riojanas. «Estamos ante un cambio paulatino en la estructura del mercado de trabajo, impulsado por una evolución natural de los tiempos, con una mayor disposición de las mujeres a su incorporación y una mayor receptividad» del entorno laboral, explica Yolanda López, secretaria de Igualdad de UGT. De hecho, la presencia femenina «cada vez llega a más ámbitos de actividad, también porque el nivel de especialización en estudios superiores de las jóvenes es mayor», puntualiza Sonia Sobrón, responsable de Igualdad en CC OO.

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Sin embargo, sigue habiendo sectores profesionales feminizados y se sitúa a la cabeza el del empleo doméstico, con más del 97% de mujeres dedicadas al cuidado a domicilio o a las labores de limpieza –2.395 frente a apenas 60 varones–. La asistencia en residencias de mayores, los servicios sociales sin alojamiento o las actividades sanitarias son otras actividades en las que entre el 85% y el 78% de sus profesionales son féminas, según el Informe del Mercado de Trabajo del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Conciliación familiar

«Necesitamos cambios de fondo para tener mayor estabilidad y posibilidades de promoción interna»

Yolanda López

Secretaria de Igualdad de UGT

Mercado laboral

«Las mujeres no se incorporan en términos de igualdad a los hombres, su remuneración es peor»

Yolanda López

Secretaria de Igualdad de UGT

La residencia de mayores de las Hermanas Hospitalarias de la Santa Cruz de Logroño es un caso paradigmático de esta mayor presencia de mujeres; son 45 de un plantilla total de 52 (el 86%). «Y la cifra de hombres ha crecido últimamente», apunta la directora, Ana Rosa Segura, que destaca la «empatía y sensibilidad que tenemos nosotras», quizá porque «desde bien pequeñas hemos visto cómo nuestras madres y abuelas han estado cuidando de niños y mayores en casa».

Ahora bien, destaca la progresiva incorporación del hombre al mundo de los cuidados «gracias a una mayor profesionalización de nuestro sector» y como muestra el hecho de que cada vez hay más varones en puestos históricamente ocupados por mujeres, como gerocultores o enfermeros. «Lo que importa es la valía, independientemente del género, masculino o femenino», apostilla.

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Brecha salarial

A la hora de hablar de estabilidad sí que surgen ya diferencias importantes. En los contratos indefinidos a tiempo completo, cuarenta de cada cien los protagonizan las mujeres, mientras que en los indefinidos a tiempo parcial la proporción se eleva a casi el 72% –en los contratos fijos discontinuos también 'ganan' las féminas con sesenta de cada cien–. Y en los contratos temporales, en torno al 60% son para mujeres, tanto a tiempo completo como parcial. «Las trabajadoras no se incorporan al mercado laboral en términos de igualdad a los hombres, acumulan jornadas parciales y trabajos peor remunerados», denuncia López.

Pero a juicio de esta responsable de UGT no sólo la incorporación femenina al mundo del empleo se hace en inferioridad de condiciones sino que también su permanencia en el mismo agrava esa pérdida «debido fundamentalmente a la falta de una verdadera corresponsabilidad. Necesitamos cambios de fondo en materia de conciliación, que permitan una estabilidad mayor y la posibilidad de promoción interna en las empresas», añade. Además, «la brecha salarial también opera en contra de esa estabilidad laboral» y en La Rioja esa diferencia de retribuciones económicas entre hombres y mujeres «asciende al 20,21%» en favor de ellos, según el dato aportado desde el sindicato UGT.

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En este sentido, la portavoz de CC OO precisa que los planes de igualdad –obligatorios en las empresas con más de 50 profesionales en plantilla– «son muy necesarios porque cuando preguntamos en los departamentos de Recursos Humanos si se cumplen esas condiciones, todo el mundo dice que sí pero luego investigas y la realidad en muchas ocasiones es otra». Por ello, Sobrón reclama que «la burocracia administrativa no sea un impedimento para hacer nuestro trabajo y conocer si se cumple verdaderamente la igualdad».

Una paradoja

«Cada vez hay más mujeres trabajando pero también hay mucho paro en la población femenina»

Sonia Sobrón

Responsable de Igualdad de CC OO

Inferioridad de condiciones

«Nos cuesta llegar a los puestos de mayor responsabilidad porque la disponibilidad es menor»

Sonia Sobrón

Responsable de Igualdad de CC OO

Aunque, por otra parte, ya confiesa que «apreciamos diferencias de manera constante porque las horas extras o las nocturnidades, que en muchas ocasiones son unos complementos muy interesantes a las nóminas mensuales de los trabajadores, las pueden realizar los hombres, porque las mujeres seguimos dedicando más tiempo al cuidado del hogar y de quienes lo habitan». La directora de la residencia de mayores Santa Cruz apunta, a este respecto, que «en nuestro caso tenemos en cuenta que si la mujer es la que más carga soporta fuera, aunque la tendencia está cambiando, apostamos por la conciliación y por intentar favorecer que las trabajadoras puedan disfrutar de contratos dignos, con sus permisos y licencias retribuidas correspondientes». Limpiadoras, auxiliares de gerocultura, enfermeras o personal de recepción, fisioterapia o psicología forman el equipo femenino de una plantilla que atiende a más de sesenta personas mayores.

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La incertidumbre económica que envuelve a la sociedad prácticamente desde la pandemia del covid y que se ha acrecentado con los episodios de alta tensión inflacionanista de los últimos años también han motivado, coinciden las portavoces sindicales, la entrada de más afiliadas a la Seguridad Social porque «el nivel de ahorro de las familias se ha ido reduciendo», recuerda Yolanda López, «y hay mayor disponibilidad –también, incluso, necesidad– de personas que nunca antes habían trabajado a incorporarse al mercado laboral».

Techos de cristal

Sin embargo, para ellas los techos de cristal siguen siendo «muy difíciles de romper. A las mujeres nos cuesta el doble demostrar que valemos», lamenta Sonia Sobrón, que detalla que «hay empleos con una mano de obra muy feminizada como la industria conservera, relevante para la economía de La Rioja, o el cultivo el champiñón, pero luego eso no se aprecia en los puestos de responsabilidad. Somos importantes en la producción pero todos los puestos de encargados o mandos intermedios son para hombres», dice con pesar.

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Mejorar las políticas activas de empleo con la introducción de la perspectiva de género, eliminado por lo tanto estereotipos «que en nada ayudan ni a hombres ni a mujeres», es una aspiración de UGT y CC OOen pos de «eliminar la discriminación y la desigualdad» en el acceso y en la permanencia femenina en el mundo laboral. Sobre todo ahora que las afiliaciones de trabajadoras a la Seguridad Social en nuestra comunidad autónoma tienen una inercia ascendente consolidada en el tiempo.

El 60,8% del desempleo en La Rioja lo sufren las mujeres, con 8.390 paradas

En menos de una semana se actualizarán los datos de paro con la publicación de la estadística al cierre de marzo –el primer trimestre puede ser orientativo de cómo será este 2024, aunque desde hace años las previsiones a medio y largo plazo no sirven de mucho–, pero hasta entonces la cifra oficial y en vigor es la de 13.796 personas desempleadas en La Rioja. Y de ellas, casi el 61% son mujeres, un total de 8.390.

«Es paradójico que nos cueste llegar al 50% de las afiliaciones a la Seguridad Social, pero en cuanto al paro somos bastante más de la mitad», señala Sonia Sobrón, secretaria de Igualdad de CC OO. En el tramo por debajo de 25 años, el desempleo afecta a 500 chicas –frente a los 553 chicos–, pero a partir de esa edad la población desocupada femenina es muy superior (7.890 mujeres y 4.853 hombres).

«El nivel de formación de las riojanas es cada vez mayor», recuerda Yolanda López, portavoz del área de Igualdad de UGT, y ello «también implica una mayor empleabilidad». Ello, a su juicio, debiera repercutir en un descenso de la tasa de paro femenina, del 10,09% (en los hombres es del 9,02%).

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