Emociones, solidaridad y lucha por la vida y la investigación

La presidenta de la AECC La Rioja Divina López, la coordinadora de Movilización de Recursos de la asociación Nadina Andreu y la administrativa Mónica Estefanía Lacalzada son las tres voces que han permitido indagar más sobre la carrera, cuya salida se efectuará hoy a las 11 horas -estrenando horario de verano- desde el Espolón, con una buena previsión del tiempo y con récord de participantes: más de diez mil personas -un millar más que el año pasado e inscritas en menos tiempo- y más de mil en la fila cero. En esta edición, según informan, llegarán además dos autobuses de otras ciudades españolas, y aun así, hay gente que no ha podido participar.

El dinero recaudado será destinado en esta ocasión al cáncer de pulmón, a aquel que se ha curado pero vuelve a resurgir, -un proyecto de cuatro años liderado por la investigadora Marta Kovatcheva y un coste total de 160.000 euros- y a dos becas predoctorales de investigación en cáncer que van a ser desarrolladas en la Universidad de La Rioja y en el CIBIR durante tres años.

Pero, a pesar de que este 2019 se celebra la IV Carrera de la Mujer, no hay que olvidarse de los dos primeros años. Y es que al comienzo, las cosas no fueron nada fáciles, porque La Rioja es una comunidad pequeña y nadie apostaba por ella: «Era como una puntita en un iceberg grande», expresa Divina López, una cita que, según explica, se celebraba ya en muchas partes de España y fue traída desde Estados Unidos.

Todo comenzó gracias al Club Maratón Rioja, con el que estuvieron los dos primeros años, hasta que se incorporó Deportes Ferrer, que les ayuda y les facilita todos los medios de forma totalmente gratuita. «Le debemos mucho, lo mayor que puede haber en la asociación con la Carrera es Deportes Ferrer», señala la presidenta. «No nos quería nadie y fíjate el giro que ha dado. Zaragoza, Navarra, San Sebastián no llega ninguna a las 10.000 participantes», apunta López.

Nadina Andreu, desde Movilización de Recursos, relata ese primer contacto que tiene con las participantes: el momento de las inscripciones, que se hacen de forma presencial o mediante la web. «Puedo relatar infinidad de historias que cuentan cuando vienen y que encogen el corazón. Es la relación que tienes con la gente que llega, y enseguida parece que te conocen de toda la vida y te cuentan su problema, te preguntan, y a la vez les escuchas, algo que les sirve muchísimo», indica. «Hace unos días vino una chica a recoger su camiseta con su dorsal y acabó llorando, confesando que operaban a un allegado y, cuando volvió a por otro dorsal, dijo lo tranquila que se quedó. En ese aspecto es gratificante. Es mucho trabajo, porque 6.400 de las 10.000 inscripciones han sido realizadas de forma presencial y todas ellas hay que volcarlas al ordenador una por una, pero es un trabajo que se hace con tantísima ilusión que te da igual 6.000 que 8.000», afirma Nadina Andreu.

Según cuentan, hay personas que han dejado de darse el tratamiento estos días para ponérselo tras la carrera, que se han dado el tratamiento hace dos días y quieren participar. «Emociones totales, es una carrera de muchísima solidaridad, empatía, y sobre todo, de mucha lucha por la vida, que es la investigación», explica Divina López. «La solidaridad de la gente riojana es maravillosa», añade Lacalzada.

La presidenta subraya que, gracias a este evento, logran sacar a los investigadores a la calle, porque ellos «son la única opción que hay contra el cáncer: son el futuro, el de jóvenes, mayores y el de todos».

Y si hay algo que caracteriza a la cita es la diversidad de participación. Desde mujeres de más de 80 años que ganan premios hasta bebés. El año pasado, por ejemplo, participó la primera bebé al mes de nacer. «Nuestra Lola», señala Divina López, que este año vuelve con su dorsal.

Y otro imprescindible son los patrocinadores (Coca Cola, Gobierno de La Rioja, Ayuntamiento logroñés, Naturhouse, Logroño Deporte, Fundación Rioja Deporte, Obra Social La Caixa, Renault Auto Urbión), colaboradores y voluntarios sin los que no sería posible esta cita. Son solo ocho empleadas las que han gestionado la carrera, junto a más de 400 voluntarios. «Tengo que agradecer a todos los voluntarios que se vuelcan en venir todos los días a los puntos de distribución, a la sede a volcar las inscripciones etc.», afirma Nadina Andreu.

Aunque sea una carrera de mujeres, la presidenta destaca que «a los hombres los necesitamos tanto como a ellas, porque están alrededor de la carrera, dándonos ese calor, aplaudiendo y dando colorido al recorrido. Los tenemos de voluntarios de corazón».

Las tres vaticinan aún mejores previsiones para el próximo año.