Tu eléctrica sabrá lo que ganas

En teoría, el descuento de hasta el 25% del consumo fija unos máximos en función de los ingresos: 18.637 euros al año para una familia con dos hijos, 14.910 euros para una familia con un niño y 11.182 para las familias sin descendientes. Y la rebaja puede ser del 40% si esos niveles de ingresos se quedan en 9.318, 7.455 y 5.591 euros, respectivamente.

Para estos últimos, además, se prohíben los cortes de luz: los impagos no podrán ser sancionados con esta medida. Además, los pensionistas con prestaciones más bajas también podrán acceder a ello.

Pero durante la tramitación, el Gobierno se ha encontrado con un escollo inesperado. De acuerdo, la bonificación se hará mediante el nivel de renta. Pero, ¿cómo saben las compañías ese nivel de renta?El Ministerio de Energía ha dicho que en el futuro tendrá «una aplicación» que permitirá a las eléctricas conocer de antemano si una familia está o no en los límites necesarios para cobrar esa ayuda. Pero también está claro que para el momento en que se ponga en marcha el bono (antes de que llegue el próximo invierno, se pretende) ese sistema no estará preparado.

Así las cosas, la solución al menos provisional es que las compañías eléctricas sean las que comprueben el nivel de renta de sus clientes. Es decir, que tengan acceso a su declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), quizá entregada directamente por los propios clientes que soliciten el bono social. Una posibilidad que parece haber puesto los pelos de punta a las propias eléctricas, que prevén un sistema complicado, farragoso y sujeto a errores.

Evidentemente, esa posibilidad también abre interrogantes sobre la privacidad de los datos de los propios consumidores, aunque Energía asegura que Protección de Datos ha informado positivamente sobre el proyecto.

Hay otro aspecto que también ha generado dudas. Energía ya ha asegurado que las familias numerosas tendrán la bonificación del 25 % independientemente de su nivel de renta, mientras que, como queda dicho, una familia sin hijos no podrá pasar de unos ingresos mensuales de alrededor de 900 euros. Eso sí, el Ministerio ya ha afirmado que no «financiará lujos»: habrá un límite de consumo anual, también reglado en función del número de miembros de esa familia.