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L.R.
Jueves, 9 de julio 2020, 11:15
El Diario de León informa hoy de que el Ejército de Tierra tiene sobre la mesa un posible traslado del batallón del Ejército que pone los drones al servicio de la inteligencia militar, único a nivel nacional. El primer destino que se baraja es Acuartelamiento ... Héroes del Revellín, en la localidad riojana de Agoncillo, donde ya tiene su sede el Batallón de Helicópteros de Maniobra III, también de Tierra.
«El posible traslado del Grosa (Grupo de Obtención por Sistemas Aéreos) a La Rioja se enmarca en los movimientos que periódicamente realiza el Ejército con sus unidades en función de las necesidades operativas», explica el diario. Fuentes de las más altas esferas del Ejército de Tierra señalan que la decisión que afecta al batallón «actualmente está en estudio, pero no hay ninguna decisión adoptada», añade.
La decisión de trasladar a La Rioja esta unidad de élite de las Fuerzas Armadas todavía no está, en todo caso, tomada. Según ha podido saber este periódico, se trata de una propuesta que se sopesa y que adoptará el Ejército de Tierra en uso de su autonomía, aunque contando con el visto bueno del Ministerio de Defensa, cuya titular es Margarita Robles. En el pasado reciente, ha habido otros intentos de ampliar la base de Recajo, que en el Ejército se considera infrautilizada, pero también fracasaron: el más avanzado, pero finalmente fallido, fue el traslado del Regimiento Valencia, con base en esa capital levantina, que durante siglos pasados ya tuvo su base en La Rioja. Sus tropas fueron de hecho las protagonistas de un triste suceso en Logroño en 1880, cuando cayó a su paso el puente provisional sobre el Ebro. Fallecieron entonces 90 soldados.
Hoy, de acuerdo con la información recabada por este periódico, se sopesa la decisión de trasladar la unidad actualmente radicada en León hasta La Rioja basándose en una serie de argumentos que favorecen a la base de Agoncillo. Sus modernas instalaciones, su cercanía al polígono de tiro de Las Bárdenas y, sobre todo, el hecho de que el espacio aéreo de Recajo esta segregado: es decir, es propiedad del Ejército y no del aeropuerto. Un atributo que favorece su autonomía de vuelo y permitiría un desarrollo más eficaz de esta unidad puntera de las Fuerzas Armadas.
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