La inteligencia artificial avanza a pasos agigantados, del mismo modo que lo hizo internet hace años. Sin embargo, no está exenta de recelos ante el temor por lo desconocido. Aún así son cada día más las empresas conscientes de que la IA es una herramienta ... de presente y que estudian cómo incluirla para que resulte una ayuda, no un problema.
Publicidad
Para Pablo Moreno, vicerrector de Investigación y coordinador del Programa de Doctorado en Ciencias de la Computación de UNIR, la inteligencia artificial «va a cambiar la estructura de la mayoría de los trabajos. Habrá algunos que desaparezcan y surgirán, en cambio, otros nuevos», consiguiendo, asimismo, «trabajar más eficientemente».
Moreno cree que la IA está teniendo ya un efecto «transformador» y, en este sentido, «cada tipo de negocio va a tener que adaptarse y explotar esta tecnología», incluidas las pequeñas y medianas empresas. No obstante, es una tecnología cada vez más accesible, que «no requiere de equipos muy grandes y especializados», y más necesaria. «Habrá empresas muy grandes que tengan procesos muy automatizados, con una inteligencia artificial muy avanzada, pero también más pequeñas, que puedan utilizarla de una manera más puntual, siempre con la idea de ayudar al empleado a hacer mejor su trabajo», sostiene Moreno.
Al igual que sucedió a las pymes con la llegada de las redes sociales y la necesidad de tener presencia en internet, «ahora se van a tener que adaptar a esta nueva tecnología, porque su competencia lo va hacer y, por ello, se van a ver obligadas para tener ventaja». Moreno insiste en que todo el tejido empresarial debe ser consciente de que «necesita abrazar la inteligencia artificial, en vez de pretender que es un tema que no va con ellos o que no les va a afectar esta revolución».
Pablo Moreno
Vicerrector de Investigación UNIR
Por ello, ve clave una formación que les ayude a entenderla y a ver cómo pueden utilizarla, «aunque sea a un nivel de usuario», y vaticina que surgirán nuevas compañías que facilitarán a estas empresas «la implantación de tecnologías de inteligencia artificial, como surgieron en su momento las que ayudaban a crear páginas web o a tener presencia en redes».
Publicidad
Moreno cree, no obstante, que «vamos tarde, porque esta revolución no es algo que vaya a suceder dentro de unos años, sino que ya lleva produciéndose desde hace tres o cuatro» y reconoce que desde las universidades es una materia en la que se está acelerando mucho. La apuesta, por ejemplo en UNIR, pasa por aprovechar todo el conocimiento en inteligencia artificial que alberga su tejido investigador y ver cómo «podemos transformarlo en ideas, proyectos y conceptos que sean útiles para estos usuarios finales y que tengan un impacto social tangible».
Por eso el vicerrector de UNIR ve necesario introducir cambios en el actual modelo de aprendizaje, para que los estudiantes no se limiten a hacer un uso de la inteligencia artificial generativa para redactar textos, sino que los validen y analicen. «Nos obliga a cambiar cómo enseñamos, pero el resultado final será que lo haremos mejor y, sobre todo, enseñaremos competencias más útiles y más modernizadas». Igualmente, la IA puede ayudar al docente a detectar qué estudiantes «están en riesgo de no aprobar y de este modo centrar sus esfuerzos en ellos».
Publicidad
Desde UNIR han acometido diferentes iniciativas para paliar la escasez de perfiles especializados en inteligencia artificial, no solo los netamente técnicos –han solicitado al Ministerio una ampliación de plazas para su Máster de IA ante la fuerte demanda de solicitudes–, sino que «hemos creado cuatro másteres de formación continua permanente para enseñarla en aquellos sectores en los que no se precisa tanto la parte técnica y sí saber cómo puede usarse», explica Rubén González , vicerrector de Organización y Planificación Académica de UNIR.
Una transversalidad que hará que en algunos títulos que imparte se suplementen los propios estudios con pinceladas de esa formación en IA. «En el área de Educación lo tenemos ya muy avanzado y ofrecemos 12 créditos sobre cómo utilizar esta tecnología en el aula», destaca. «Queremos que nos sirva como motor para mejorar la enseñanza».
Porque reconoce que hay grandes empresas que están invirtiendo en software y empleados «para que esto sea una realidad»; en cambio, hay otras, en mayor medida pymes, que van más lentas. «La demanda de perfiles de IA es altísima; se están revisando muchos procesos que se hacían de manera manual y se están intentando automatizar gracias a la IA, para ganar en velocidad, eficacia y eficiencia».
Rubén González da tres consejos para su correcta implementación: «Primero, entenderla; segundo, ver en tu negocio cómo te puede aportar valor; y tercero, ver tu capacidad para hacerlo».
Y recuerda que UNIR está «en constante predisposición y acercamiento para aportar nuestro conocimiento» a aquellas empresas que precisen ayuda.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.