El efecto dominó del Servicio Riojano de Salud

Ángel (nombre ficticio) fue testigo en primera persona el pasado fin de semana. En la tarde del sábado, tras un partido de fútbol, la mano de su hijo comenzó a hincharse. Eran las 19 horas cuando llegaron al CARPA. «Estuvimos allí durante dos horas, le hicieron una radiografía y vieron que podía tener una fisura en un dedo. Nos dijeron que era mejor que nos acercáramos al servicio de Urgencias del San Pedro para que le atendiera un traumatólogo». A las 21 horas, llegaban a las instalaciones hospitalarias. «Había muchísimas gente, estaba lleno», recuerda. La espera se prolongó hasta cerca de las 3.30 horas. «Volvieron a hacerle una radiografía y acabaron por confirmar que, efectivamente, tenía una pequeña fisura y que había que escayolarle, pero que había un problema, que no había enfermeras disponibles, que estaban todas en quirófano, y que nos tocaba esperar. Hasta las 3.30 horas no le pusieron una media escayola y le vendaron», completa.

Roberto Mendaza, secretario del sector de Sanidad de la Federación de Empleadas y Empleados de los Servicios Públicos de UGT de La Rioja, vincula ese colapso a la situación que hay en Atención Primaria.

«Venimos denunciando desde hace años la desatención que sufre la Atención Primaria y su falta de personal», argumenta recordando que la Organización Mundial de la Salud insiste en que la Atención Primaria «debería resolver el 70% de las incidencias médicas. Ese filtro tendría que ser muy importante, pero el problema es el funcionamiento de la Primaria».

Mendaza también cifra en «entre 6 y 7 días» la espera media de los pacientes para ser citados por su médico de Atención Primaria. «Eso hace que se plantee la alternativa de Urgencias. Si el médico tarda 7 días en atenderle decide bajar a Urgencias en donde se lo podrán solventar en 7 días. No es el uso que se debe hacer del servicio, pero es que el sistema es el que les fuerza a tomar esa decisión», añade.

«Hay escasez de personal y aunque hay ofertas de empleo, resultan insuficientes. En ocasiones no es tanto una cuestión de dinero como de cuadrantes, de facilitar la conciliación familiar y laboral para que puedan desarrollar un proyecto de vida», completa Mendaza recordando también que en materia sanitaria el efecto frontera es un factor que juega un papel relevante a la hora de captar a futuros médicos.