Educación y sanidad avivan las tensiones entre el bloque del Gobierno y oposición

El debate ha hecho inevitablemente parada en la pandemia, pero también en temas cruciales como Sanidad y Educación que han evidenciado la distancia ideológica que separa a las distintas bancadas. Como preámbulo, los invitados han hecho su propio diagnóstico del actual escenario. La portavoz adjunta del Grupo Socialista, Sara Orradre, no ha escondido que las complejidades sobrevenidas por la irrupción del virus han alterado algunos objetivos iniciales, aunque ha defendido que «las cosas se están haciendo bien» en un marco, además, de estabilidad con los socios que auparon a Concha Andreu a la Presidencia. «La relación es sana y el pacto de Gobierno se está materializando», ha opinado sin dejar de reconocer que algunos puntos se han ralentizado por la crisis, pero anteponiendo la nítida voluntad de cumplir.

Henar Moreno ha validado sus palabras y ha destacado el papel clave de IU desde fuera del Palacete como vigía de que el pacto cristalice y el gobierno de coalición vaya por el camino correcto. «El de la defensa de la gestión púbica de los servicios públicos y que los recursos se dediquen a necesidades sociales, no al beneficio empresarial», ha dicho agradecida de que el PSOE «estuviera del lado de la izquierda» para desalojar al PP.

Lejos de esa perspectiva, Pablo Baena (Cs) ha juzgado que el partido de Andreu equivocó sus alianzas. «Hubiera sido mucho más responsable haber buscado el diálogo con otras fuerzas no extremas», ha apuntado en referencia a Podemos e IU. Ha sido la ocasión del portavoz naranja de volver a mostrar su disposición a «tender la mano al PSOE para que se modere» y ensalzar a Cs como vector útil y constructivo. Más drástico se ha mostrado por el PP su portavoz, Jesús Ángel Garrido, quien ha afeado sin matices la gestión del Ejecutivo regional y los recortes, a su juicio, en materia de libertades. «Somos un partido serio y de gobierno, que aspira a recuperar el favor de la ciudadanía y volver a su lugar tras este breve paréntesis», ha afirmado abriendo las puertas de sus siglas a todo el centro derecha. «También a los desencantados de la deriva sanchista de Cs», ha matizado.

La charla se ha tensado al tratar la cuestión sanitaria, y en especial los déficit en Atención Primaria. Orradre ha subrayado aquí el alza del presupuesto y ha censurado el lastre de los recortes del PP que Garrido ha negado, requiriendo medidas eficaces no sólo a corto, sino también a medio y largo plazo. Baena ha apostado por un plan estratégico «más allá de parches», mientras Moreno ha recordado su alineamiento con las demandas del personal sanitario y los usuarios.

Las divergencias se han agrandado al abordar la actual política educativa, que para el PP está marcada por el afán de enfrentar a la escuela pública con la concerrada y vetar el derecho de las familias a elegir centro para sus hijos. Orradre ha ceñido las medidas tomadas a la obligación de «garantizar un equilibrio justo» y revertir la realidad precedente. Baena ha recalcado el carácter complementario de ambas redes rehuyendo de «sectarismos». «Igualdad para todos los centros de reciben recursos públicos» ha sido el argumento de Moreno, quien ha destacado la ventanilla única como canal para el mejor reparto del alumnado más allá de parecer e intereses de algunas escuelas.