La educación Infantil de 0 a 2 años alcanza máximos con más de la mitad de los niños escolarizados

Hace veinte años la población de esta edad escolarizada representaba el 3,9% de todos los niños de 0 a 2 años de la región; en el curso actual, suponen más de la mitad. En concreto, el 55,1%, el máximo histórico de La Rioja. En términos relativos el número de alumnos escolarizados en la etapa más temprana ha aumentado en ese intervalo de veinte años un 1.289%

El crecimiento se ha ido cocinando a fuego lento a lo largo de los años, pero se empezó a notar de manera más pronunciada a partir del curso 2010-2011 y 2011-2012, cuando abren varios centros privados, especialmente en Logroño. Pero la realidad es que el incremento fuerte se produjo en el 2012-2013, fundamentalmente en la pública, y la razón es que en ese momento es cuando las guarderías autonómicas y municipales se transforman en escuelas de Educación Infantil. Por tanto, no es un incremento derivado del número de alumnos, sino que son considerados de Educación Infantil alumnos que antes estaban en guarderías. Un matiz, en cualquier caso, que no desvirtúa la conclusión principal y es que la escolarización de 0 a 2 años ha crecido notablemente en los últimos años por, entre otros factores, la incorporación de la mujer al mercado laboral y la apuesta que hacen las diferentes administraciones por, entre otras razonas, favorecer la conciliación de la vida laboral y familiar. Además, empieza a verse, además, la importancia de la estimulación de los niños en determinadas áreas que luego es muy favorable.

En La Rioja, la Administración ha hecho una apuesta decidida por incrementar la escolarización temprana y en el curso 2022-20023 cinco centros de cuatro municipios de la región fueron los primeros en ofertar plazas públicas para los más pequeños. Fueron los colegios en los que la Consejería, entonces pilotada por Pedro Uruñuela, programó poner en marcha el proyecto Red Pública de Centros de Educación Infantil de primer ciclo, que cuenta con una financiación de 4,6 millones de euros procedentes de fondos europeos.

Carolina Fernández, directora general de Gestión Educativa, es consciente de que la conciliación ha sido un factor clave en el incremento de la escolarización, pero otra de las razones es el progresivo cambio de modelo que ha pasado de ser «meramente asistencial a ser educativo». De hecho, desde la LOE esta etapa forma parte del sistema, en 2009, mediante decreto, se establecieron los contenidos y en 20202, otro decreto, fijó el currículo tal y como se hace con el resto de enseñanzas. «En general se ha tendido a un sistema con un componente más educativo», explica.

A estas dos razones se suma el precio. Gracias al bono infantil, del que se pueden beneficiar las familias, matricular a los pequeños en estos centros es menos gravoso para los padres y «esto también ha podido incidir en que haya más demanda», sostiene la directora general de Gestión Educativa.

En la práctica, en este nivel, según detalla Carolina Fernández, se potencia la autoestima, se abordan saberes básicos y la adquisición de competencias por medio de actividades globalizadoras. «Esta etapa es única, tiene identidad propia y en ese intento de atender a esas edades se les dota de contenido educativo. Se trata de que adquieran hábitos y destrezas propias de esa edad, no van a ser las mismas las de 0 años que las de 3».

Dada la importancia que se le da a esta etapa, desde 2023 se ha ubicado un aula específica de primer ciclo de Infantil dentro la Consejería para atender a los centros autorizados a impartir estas enseñanzas.

A día de hoy hay 77 centros autorizados, 6 de titularidad autonómica, 24 municipal, 7 centros de educación Infantil y Primaria y CRA, 32 centros privados y 8 concertados. Entre todas suman 4.858 puestos autorizados de los que 3.806 están ocupados, por lo que aún habría un margen para otros mil alumnos más de estas edades.

Tanto FAPA como Concapa coinciden en que detrás del aumento del número de alumnos escolarizados a edades tan tempranas está la gratuidad. Aunque en el caso de los padres de la red pública inciden en los beneficios de abrir la escuela rural a los más pequeños para favorecer la conciliación de los mayores y fijar así la población en estas zonas.

En cualquier caso, explica Esteban García, secretario de FAPA-Rioja, también serían necesarias nuevas medidas para facilitar la conciliación de aquellas familias que quieran criar a sus hijos de entre 0 y 2 años. En definitiva, aumentar las plazas públicas de 0 a 2 para las familias que así lo quieran y planes de conciliación reales que no obliguen a las familias a dejar a sus hijos si prefieren estar esos primeros años con ellos.

En Concapa, su presidente, Carlos Torres, entiende que es fundamental realizar una planificación por parte del Ejecutivo «que garantice una oferta educativa equilibrada y suficiente, apostando por una educación de calidad, pero sin perder de vista el uso eficiente de los recursos públicos».

En este sentido, las medidas de reducción de ratio, el fin de la zonificación y «garantizar la libre elección de centro a través de una oferta amplia, suficiente y equitativa, nos parecen muy positivas, ya que ponen en el foco la demanda de las familias».