Educación consulta al Ministerio si puede impartir religión islámica en los colegios concertados

En Educación esperan todavía una respuesta a una cuestión que tiene sus matices. Según la ley que recoge el acuerdo de cooperación del Estado con la comisión islámica de España, se garantiza a los alumnos musulmanes que lo soliciten el ejercicio del derecho de los primeros a recibir enseñanza religiosa islámica en los centros docentes públicos y privados concertados; ahora bien, y aquí está el quid de la cuestión, la norma precisa que será así «siempre que, en cuanto a estos últimos, el ejercicio de aquel derecho no entre en contradicción con el carácter propio del centro».

Pese a que hay centros que consideran que no se puede impartir este credo porque iría en contra de su ideario, el consejero de Educación, Pedro Uruñuela, entiende que no entrarían en colisión porque «una cosa es dar una asignatura y otra respetar el carácter del propio centro», apunta.

Todo este asunto parte de una preocupación que el departamento de Educación no esconde y es el hecho de que la asignatura de religión islámica pueda ser un factor de segregación y «es algo que políticamente tengo que evitar», asegura Uruñuela. De hecho, los tres centros en los que se imparte esta materia en Logroño se encuentran en un entorno muy próximo.

El otro condicionante para que el islam entre en las aulas es que haya peticiones de los alumnos o de sus familias y lo cierto es que, a día de hoy, y según la propia Consejería, en ningún centro privado sostenido con fondos públicos lo habrían solicitado por el momento.

La consulta es percibida desde la red concertada como «un ataque más de este consejero». Así se expresa Ana Isabel Preciado, presidenta de Escuelas Católicas en La Rioja. «Con la ley en la mano, –asegura– como tenemos un ideario católico no estamos obligados a ofrecer otra región distinta. Tenemos derecho a mantener nuestro ideario de centro de cara a las familias que nos eligen precisamente por ser católicos», así que «haga las consultas que haga no nos puede obligar a otra cosa». A su juicio, cuestión bien distinta es que alguna congregación lo decida voluntariamente.

Detrás de esta cuestión, Preciado no ve tanto una preocupación por la población musulmana como «otra vía por la que atacarnos sabiendo que aquí la concertada es toda católica», señala. «Que pregunten a los concertados musulmanes de otras comunidades si van a impartir religión católica».

Preciado rehúye de ceñir el ideario de un centro católico a una asignara. «Yo no imparto solo religión católica, sino que lo hago todo en clave católica», apunta. «Nuestra religión no es un sombrero que nos ponemos y nos quitamos, sino unos valores que impregnan nuestra forma de estar en el centro».