Sonia García | Vicepresidenta nacional de ANPE

«La educación es un arma arrojadiza y así no es posible hacer algo que perdure en el tiempo»

– ¿Cómo resumiría la situación actual de la educación?

– La situación es algo compleja, es difícil, pero se podría resumir en que una vez más la educación depende de la política y es verdad que estos vaivenes continuos repercuten en el profesorado, en el alumnado y, en general, en el sistema educativo. La media de una ley educativa en España es de unos siete años, y es de risa. Normalmente, Europa nos dice que para evaluar si una ley funciona o no tiene que estar diez años. El panorama no es que vayamos mejor, sino a peor. La inestabilidad y la incertidumbre va creciendo porque estamos en la aplicación de una ley, la Lomloe, que está en vigor en algunos cursos, pero si entra un nuevo gobierno puede ser que la paralice o no, no lo sabemos y volvemos a esa incertidumbre. El año que viene, por ejemplo, entra la nueva Ebau y han decidido paralizar el real decreto para cuando venga el nuevo gobierno y que lo ponga en funcionamiento ese nuevo gobierno. Una Ebau que está programada pero no están publicados los criterios, es como el mundo al revés. El profesorado está muy quemado por toda la burocracia que tiene que llevar a cabo porque cambiar una ley educativa es cambiar su forma de trabajar. De hecho, en la actualidad, en un centro educativo hay dos leyes orgánicas a la misma vez, los cursos impares tienen que estar con la Lomloe y los pares con la Lomce. A ello se suma que han tenido que programar algunos cursos con los borradores de los currículos porque las comunidades autónomas no habían publicado los currículos oficiales, es como un disparate todo.

– ¿Qué futuro le augura a la Lomloe si el 23J gana el PP?

– Yo lo que les pido a los políticos es que tengan altura de miras, sobre todo en un tema como es la educación, en el que una ley tiene que ser a largo plazo y ellos miran a corto, a una legislatura de cuatro años, por tanto, siempre vamos cortando leyes. Cuando vienen unos nuevos creen que hacen una nueva ley, pero lo que hacen es un refrito de leyes anteriores y esto necesita una reforma profunda y global, no puede ser algo sesgado, necesita una reflexión, un análisis y, sobre todo, es importante preguntar al profesorado porque está todo el día en las aulas y sabe lo que hay, lo que demandan los alumnos y son los mejor formados para esto. Al final, la educación es un arma arrojadiza y así no es posible trabajar de manera sosegada y hacer algo que perdure en el tiempo.

– ¿Por qué es tan complicado que se alcance un pacto educativo?

– Nadie quiere soltar la educación, saben que es un arma muy importante. Estamos en un contexto institucional cada vez más crispado y radicalizado y esto, en la educación, al depender de la política, afecta negativamente. Por muy bien que un partido político o un gobierno haga algo para la educación, llega el siguiente y lo cambia. Menos mal que vamos con determinados criterios que vienen de Europa y esos perduran.

– ¿Cuál sería el modelo europeo a seguir? ¿Finlandia?

– El contexto finlandés no tiene nada que ver con el de España. Funciona otra estrategia que aquí sería difícil. Tener la solución es una cuestión de diálogo. Eso es lo que nos gustaría, ver las propuestas del Ministerio y poder debatirlas con el profesorado, los alumnos, las familias, ver realmente qué queremos y esa reflexión no la hay. Es verdad que hay modelos muy buenos, pero de esos modelos podemos coger cosas, pero no todo, porque es una realidad diferente a la de España.

– A lo largo de la última legislatura se ha hecho mucho hincapié en la educación pública hasta generar, en ocasiones, un enfrentamiento entre ambas redes, la pública y la privada.

– Para nosotros la prioridad la tiene que tener la enseñanza pública porque esa prioridad hace que haya una igualdad de oportunidades. Ahora bien, nosotros respetamos la concertada y la privada porque todas tienen que estar juntas, si no, también sería inviable. La enseñanza pública no puede abarcar todo, es necesaria la concertada y la privada. Hay que priorizarla porque tanto la concertada como la privada vete a buscarla a la escuela rural, verás como no la hay. Ahí es necesario que haya una escuela pública que posibilite esa igualdad de oportunidades, desde nuestro sindicatos pedimos esa prioridad en la pública.