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Recién concluido el curso y a poco más de dos meses para que arranque el nuevo año académico, salvo el de Infantil, los currículos de Primaria, ESO y Bachillerato de la Lomloe, que deberían entrar en vigor en los cursos impares a partir de ... septiembre, continúan en proceso pese a que a mediados de mayo Educación anunció que serían una realidad en la segunda quincena de junio.
Transcurrido ese plazo, los nuevos contenidos curriculares se encontrarían, según la Consejería que dirige Pedro Uruñuela, en el Consejo Consultivo, último trámite antes de su aprobación en el Consejo de Gobierno. Un paso, este último, que podría darse la próxima semana o «como tarde», señalan, el miércoles 20.
En Educación reconocen el retraso más allá del que «habría resultado adecuado» en la tramitación del decreto que recogerá las directrices autonómicas de los currículos. En cualquier caso, según matizan, la demora no afecta a los nuevos textos que ya estarían disponibles para todo el profesorado y centros educativos para su consulta y trabajo.
Desde la Consejería apuestan por hacer una implantación «paulatina» y «tranquila» de los nuevos currículos porque «una cosa es que entren en vigor y otra es su implantación en los colegios y cómo se adapte a la realidad de cada centro, a los profesores y a los alumnos».
Desde ANPE-Rioja, su presidente, Gustavo Navas, insiste en que esta «no es forma de hacer las cosas». Critican un retraso que han denunciado en varias ocasiones y que no ayuda en nada ni a la gestión ni a la preparación de los nuevos contenidos curriculares en los centros educativos. Entiende que el error es la «obcecación» en implantarlos el próximo curso y sostiene que deberían haber sido diseñados con un «mínimo de garantías».
Pedro Antolín, secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO en La Rioja, da un tirón de orejas a la Consejería de Educación por la tardanza. «Sabemos que es un retraso estatal –el real decreto nacional se aprobó a finales del pasado mes de marzo–, pero también aquí deben asumir parte de la responsabilidad». Dada la demora, piden al departamento de Uruñuela y a la inspección educativa que aplacen hasta el segundo trimestre la entrega de las programaciones didácticas de los docentes. Reclaman, además, que la inspección efectúe una labor de acompañamiento en los primeros meses de curso.
En la CSIF, su responsable de Enseñanza, Francisco Gallardo, al igual que CCOO, recuerda que el profesorado tiene que hacer su programación didáctica y para cuando se aprueben los nuevos currículos será finales de julio y agosto es el mes de vacaciones de los docentes. Asegura que hay un «enorme malestar» entre los profesores ante una situación que califica de «indignante». Y aunque desde Educación sostienen que los textos desde hace semanas ya están disponibles para que se trabaje sobre ellos, Gallardo replica que los profesores «quieren hacerlo bien» y no trabajar con un borrador «en el que podrían introducir cambios de última hora».
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