Economistas e ingenieros técnicos industriales apuestan por la reindustrialización de La Rioja

Según han explicado, La Rioja sobresale con respecto al resto de comunidades autónomas en cuanto a su contribución del PIB industrial sobre el total, ya que la cifra obtenida es muy superior a la registrada por media nacional al alcanzar el 25,23%, superando el umbral establecido por la Unión Europea del 20%. Lo mismo sucede con el PIB manufacturero industrial, que supone el 22,3% del total, siendo por tanto la tercera comunidad autónoma con mayor peso de la industria en su economía tras Navarra y el País Vasco.

Dentro de la producción industrial riojana que casi el 90% se desarrolla en la rama manufacturera. En esta industria, sobresale el peso de la industria de la alimentación con el 21,9%, seguida de la industria dedicada a las bebidas (18,4%), la fabricación de productos metálicos (14,5%), la industria del cuero y del calzado (prácticamente el 10%) y la del caucho (8,8%). También cabe señalar la industria relacionada con los suministros de energía con un 9,6% sobre el total.

En cuanto a la contribución del empleo en esta comunidad autónoma, La Rioja es la segunda comunidad autónoma (tras Navarra y por delante del País Vasco) con una mayor contribución del empleo del sector industrial sobre el total, ya que esta supone el 24,3% del total de puestos de trabajo, porcentaje bastante superior al mostrado por el conjunto de la economía nacional.

Dado ya por neutralizada la onda expansiva que tuvo el cierre de Altadis, el sector riojano, como el del conjunto del país, no se ha recuperado del impacto que sufrió en la anterior crisis. «Los servicios nos salvaron el PIB», ha destacado Gómez Tarragona. Una situación preocupante, máxime teniendo en cuenta que «vivimos un momento de debilidad y de incertidumbre«, lo que hace necesario »reindustrializar la región«, caminar hacia la industria 4.0 e impulsar de forma decidida la I+D en sectores 'maduros'. En este sentido, el decano de los economistas riojanos ha puesto como ejemplo «el proyecto de éxito» protagonizado por el sector del calzado riojano, ya que el centro tecnológico que lo respalda y el desarrollo de producciones de calidad, ha contribuido de forma fundamental a frenar la competencia china.

Otro elemento clave para los economistas y los ingenieros técnicos industriales es aumentar la productividad. Solo así, las empresas serán más competitivas y los salarios también podrán crecer, lo que no han logrado en los últimos años.

Por otro lado, y a preguntas de los periodistas, Gómez Tarragona se ha referido a la derogación de la reforma laboral. El decano de los economistas riojanos ha planteado hacer «un estudio muy detenido« de la norma porque hay cuestiones, a su entender positivas, como »la posibilidad de cambiar de puestos de trabajo a las plantillas dentro de las empresas«. En cuanto a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), Gómez Tarragona ha reconocido que es una medida que «preocupa mucho a las empresas agroalimentarias riojanas, que son muy intensivas en mano de obra», por lo que, a su juicio, toda decisión que se tome sobre el SMI «debe ser pactada«. »La unilateralidad sólo conduce a la destrucción de empleos«, ha advertido.

El máximo representante de los ingenieros técnicos industriales de La Rioja ha señalado, por su parte, que el 60% de los trabajadores por cuenta ajena consultados en el barómetro «describe una situación económica de sus empresas, buena o muy buena, frente al 12% que la consideran mala o muy mala. En cuanto a la evolución económica de sus empresas para los próximos años, «el 51% de trabajadores por cuenta propia cree que será buena o muy buena, frente al 10% que consideran que será mala o muy mala».

Con respecto a la situación de la industria en España, Velilla ha afirmado que «el 18% refrenda la opción buena o muy buena, mientras para el 17% la percepción es negativa, es decir, mala o muy mala.

En cuanto a la implantación del nuevo modelo de industria 4.0. alrededor de «la mitad de los encuestados entiende que sigue siendo una asignatura pendiente o ni se ha implantado y ni se tiene intención de implantar a corto plazo«. »Tan sólo dan una respuesta positiva el 22% en el caso de los trabajadores por cuenta ajena y el 13% en el de los autónomos«, ha concluido.