La economía que, de verdad, no deja a nadie atrás

Este ha sido el asunto que ha centrado en la jornada de debate organizada por Fundación UNIR, con el apoyo de Proeduca Summa, y el Observatorio empresarial para el crecimiento inclusivo de CODESPA, una oenegé con 36 años de experiencia, comprometida con el desarrollo integral (económico, social y humano) de los más pobres, que ha presentado su último informe con las pautas que deben seguir las empresas, con independencia de su tamaño, para dar latido social a su gestión. La jornada se ha celebrado de forma semipresencial y ha contado con la participación de compañías que ya han interiorizado el crecimiento inclusivo en el ADN de sus estructuras. Es decir, que ha dado el salto de la filantropía a incorporar la acción social en su estrategia de negocios

El rector de la UNIR, José María Vázquez, ha dado la bienvenida a los asistentes reconociendo el «recelo» que sigue suscitando en la sociedad la figura del empresariado y afirmando que la labor de patronazgo del sector privado pasa «inadvertida», por lo que «no se trata tanto de dar a conocer las actividades que se realizan, sino de pensar cuál es la manera más adecuada de llevarlas a la práctica«.

En este sentido, la directora general de Dependencia, Discapacidad y Mayores del Gobierno de La Rioja, María Somalo, ha enfatizado la necesidad de establecer «alianzas« entre la empresa privada y la administración pública, en tanto que presidente de Fundación CODESPA, Manuel Herrando, ha subrayado que »el crecimiento inclusivo busca la generación de riqueza y, sobre todo, el impacto social en los más vulnerables«. Un colectivo que la pandemia del COVID ha agrandado, ha explicado el Director de Cáritas La Rioja, Fernando Beltrán, en la primera de las dos mesas de debate en la que se ha analizado la convergencia entre formación y empleo. Según ha advertido, «cada vez es más compatible exclusión social y trabajo«, que »se ha precarizado de una forma estructural para muchos riojanos« y »ha pasado de ser un derecho a convertirse en un privilegio«.

Beltrán, en el coloquio moderado por la directora de Investigación, Innovación Social y Consultoría de Fundación CODESPA, Mónica Gil-Casares, ha incidido en que «la formación constante« es »vital« para que las personas en riesgo de exclusión puedan prosperar, así como »para evitar la pobreza del futuro«, y, en concreto, ha instado a las administraciones públicas a asumir que la conexión a internet «no es un lujo: es una necesidad básica porque permite a todos colocarse en la alfabetización del siglo XXI«.

En la misma mesa ha intervenido el presidente de UNIR, Rafael Puyol, quien ha enfatizado la necesidad de aprovechar «los aires de cambio» que soplan en la universidad española para «repensar su oferta educativa y hacerla útil« en términos de empleabilidad. También ha puesto el foco en la digitalización, asegurando que las universidades que no se adapten a ella «se verán reducidas a la irrelevancia» y en ese reto deberán saber trazar alianzas entre sí y contar con ayudas públicas por la importante inversión que se requiere. Por último, Puyol ha subrayado el papel que el mundo universitario y la empresa han de desarrollar para «servir« a los más vulnerables y contribuir a su desarrollo personal, social y laboral.

La segunda mesa redonda se ha centrado en el impacto social que el crecimiento inclusivo genera y cómo se convierte en «una mina de oro en el corazón» de cada empresa. El presidente de la FER, Jaime García-Clazada, ha explicado los pasos dados por la patronal para estimular a sus asociados a integrar esta cultura en su estrategia, pero ha advertido de que la situación actual aún es delicada «para muchos», además de incidir en la formación profesional dual y en la adaptación de los ciclos formativos y universitarios a las demandas del tejido empresarial.

García-Calzada ha compartido conversación el presidente de Divina Seguros, Armando Nieto, y la directora de Relaciones Prosegur, Victoria Jiménez, en una mesa moderada por el director ejecutivo de la UNIR, Javier Galiana. Nieto se ha enorgullecido de que el crecimiento inclusivo «es algo que está en nuestro origen» y ha incidido en que «hay que invertir en inclusión, porque es la única manera de en situaciones críticas todos podamos salir adelante«. Jiménez ha insistido en que la responsabilidad en este materia »debe empezar en casa, con nuestros trabajadores«, y Galiana ha subrayado que las alianzas de empresas, administraciones y sociedad civil, como las que mantiene la UNIR, son fundamentales para conseguir un crecimiento inclusivo y que, en efecto, no deje a nadie atrás.