La economía riojana sigue por debajo de los niveles previos al covid

El PIB regional mostró una peor evolución en términos de crecimiento económico que la media nacional durante 2022. Y para este año, según las previsiones de la AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal), La Rioja será una de las comunidades que menos crezcan. En el primer trimestre lo hizo el 2,7%, sólo por delante de Extremadura (2,5%), Cantabria (2,3%) y Asturias (2,2%).

Rodríguez ha explicado que «existen bastantes incertidumbres, cada vez tenemos más riesgo, y esto, desde luego, contagia a todas las economías». En 2022 la riqueza regional «mostró resiliencia» y creció, pero de forma «muy moderada», porque aunque «trató de recuperar» los datos de 2019, «desgraciadamente« no lo consiguió y se quedó »tres puntos por debajo« del PIB del último año de normalidad previo a la pandemia.

Por sectores, la actividad agrícola, que representa el 18,8% del VAB (valor añadido bruto) de La Rioja, disminuyó el 0,8% en 2022 con respecto al año anterior. De cara a 2023, el escenario para el sector agroalimentario «no es el más optimista», ha advertido Rodríguez. Por un lado, «la sequía, ha afectado con especial intensidad a los cultivos del Valle del Iregua». Por otro lado,« la desaceleración del gasto de los hogares y sustitución de productos y servicios por otros de menor precio iniciada en la segunda mitad de 2022 afectará especialmente a la industria relacionada con los bienes de consumo».

El sector de la construcción, con una caída del 20% respecto a 2019, «todavía está lejos de recuperar su actividad previa a la pandemia». Sin embargo, servicios, que representa el 56,3% del PIB riojano en 2021, «superó su nivel de actividad prepandémica».

En el mercado de trabajo, La Rioja «mantuvo la creación de empleo iniciada tras la pandemia» y aunque la tasa de cobertura del comercio exterior bajó 9 puntos por el «retroceso importante» de las exportaciones, la ratio de 123 es «una posición envidiada por muchas autonomías». En cuanto al sector financiero, el profesor de la UR ha destacado su »fortaleza«, porque »los depósitos aumentaron el año pasado«, a pesar del »deterioro« que conlleva una inflación, que fue »la protgonista« del ejercicio, con tasas más elevadas que la media nacional.

¿Será 2023 el año en el que la economía volverá a niveles previos al covid? Pues Rodríguez ha afirmado que «seguirá acercando», pero son tales «las incertidumbres» que es difícil hacer un pronóstico. Porque a la sequía, las consecuencias de la guerra de Ucrania, la ralentización del consumo y la inflación subyacente se suma ahora el nuevo escenario político nacional marcado por el adelanto de las elecciones generales. El sector financiero «nos enseña que la situación actual es de absoluta volatilidad y ahora más que nunca la estabilidad debe ser un eje vertebrador que permita preservar la riqueza económica», ha indicado Gómez Tarragona.

En este sentido, Pérez ha subrayado que el sector financiero español «es fuerte y solvente, y ha escapado a las turbulencias financieras internacionales de principios de año«. Y por eso »pensamos que podemos tener un papel fundamental en la distribución de los fondos si los gobiernos autonómicos nos dan participación«. »Hemos sido parte de la solución durante el covid, lo sabemos hacer y estamos dispuestos a hacerlo para que la reconstrucción se produzca este año«, ha concluido.