Dos voluntarios en las instalaciones del Banco de Alimentos de La Rioja SOFIA CEBALLOS

Un duro golpe al Banco de Alimentos

El presidente de la entidad solidaria, Juan Carlos Fernández, considera «ineficaz e injusto» el nuevo sistema de tarjetas

Juan Marín del Río

Logroño

Sábado, 27 de julio 2024, 08:27

Una de las organizaciones sin animo de lucro que se ven afectadas directamente por el nuevo sistema de ayudas a través tarjetas monedero es el Banco de Alimentos de La Rioja. La institución proveía de bienes a cerca de 14.800 personas en la comunidad ... cada año mientras que con el nuevo sistema solo podrá hacerlo a 1.800 riojanos, lo que supone un descenso del 84%. El presidente del Banco de Alimentos de La Rioja, Juan Carlos Fernández, también se ha pronunciado sobre este nuevo sistema de tarjetas monedero. «El único problema es que este cambio de método está infradotado, es decir, que no tiene los recursos públicos necesarios para llegar a las mismas personas que se alcanzaban antes. Se ha pretendido eliminar las colas del hambre y el programa se ha quedado corto», comenta Fernández.

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En datos del Banco, el año pasado se repartieron 207.376 kilogramos de «alimento europeo», es decir que la compra de estos productos proviene únicamente de fondos de Europa. Este año, sin embargo, no se van a repartir ninguno de esos alimentos, razón por la que dejará de recibir unos fondos que suponían cerca del 25% de la financiación de la organización. «Entendemos que la consecuencia de las tarjetas es que aproximadamente el 16.5% de las personas que antes estaban cubiertas ahora se van a ver favorecidas por las tarjetas, mientras que el resto se quedan fuera del sistema». El presidente califica de «ineficaz y tremendamente injusto» el sistema porque cataloga a personas con «necesidades alimentarias de primera y personas con necesidades de segunda», haciendo una distinción.

«El Banco sigue contando con la solidaridad y el apoyo de muchísimos riojanos que hacen que todo esto funcione»

Para hacer frente al problema, el Banco de Alimentos se encuentra en la última fase de unas negociaciones con el Gobierno de La Rioja para firmar un convenio extraordinario por el que la entidad recibirá más de 180.000 euros que irán destinados a la compra de 132.000 kilos de bienes de primera necesidad. Este acuerdo sirve para paliar el efecto de la integración del Fondo de Ayudas Europeas para las personas más desfavorecidas (FEDA) en el Fondo Social Europeo Plus (FSE+).

Otro problema que se dibuja con la aplicación del nuevo sistema es el precio de los alimentos para las familias desfavorecidas. «Antes contábamos con el Fondo Español de Garantía Agraria, posiblemente el organismo que mayor experiencia tiene en la obtención de alimentos y el que el Estado tiene precisamente para comprar. Este licitaba un conjunto de alimentos a nivel de todo el Estado, se presentaban en empresas y se abogaba constantemente por una economía de precio. Ahora lo que estamos es ante un sistema que el que el usuario final va a un supermercado con la tarjeta. Evidentemente hay unos márgenes que antes no se tenían, y ahí es donde radica que lleguen a menos personas los alimentos», destaca.

Una de las principales razones de ser del sistema de tarjetas es la dignificación de los beneficiados. Sin embargo, en La Rioja «no tenemos referencias» de que haya colas de hambre, apunta. «Nosotros entendemos que habrá entidades que hagan el reparto de manera más digna en el sentido de que no forman colas porque lo hacen a lo largo de los días y no se ven en los barrios, pero yo desde luego, si me preguntan, hay muy pocos sitios en La Rioja donde nos lleguen referencias. Evidentemente tenemos imágenes en Madrid o Valencia que son dramáticas pero el problema es que siguen existiendo porque si había 100 se han quitado 16 y los otros 84 ya solo cuentan con la solidaridad y las ayudas públicas, exclusivamente, nada de Europa», enfatiza Fernández.

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«Hay muy pocos sitios en La Rioja donde nos lleguen referencias de que existen colas de hambre; yo he visto una o dos en mi vida, no he visto más»

Respecto a si supone una preocupación para la ONG a largo plazo, entienden que «si el sistema no mejora, va a tener graves consecuencias por no quitar las colas del hambre, que deseamos todos que se eliminen», avisa. Por otro lado, el presidente del Banco pide que se «dote al sistema de mayor recursos económicos o si no, el propio sistema está condenado al fracaso y ahí sí que nos gustaría dejar claro que el Banco no tiene nada contra el Estado, no somos enemigos», aclara. Por contra, considera que «a veces se nos intenta tachar un poco de ser la ONG a la que no le gusta este método de tarjetas monedero porque no entendemos la dignidad de los beneficiarios. Nosotros repartimos los alimentos a través de entidades, benéficas y asistenciales y eso significa que nosotros no creamos las colas de hambre. Aquí ayudamos a que otras 77 entidades de La Rioja repartan a su vez alimentos y esas colas por mucho que queramos, existirán en determinados lugares mientras haya necesidades alimentarias». Considera «ilusorio» pensar que porque se le entregue «una tarjeta a una persona y no a otra, se ha eliminado la cola de hambre».

Mientras, el Banco de Alimentos de La Rioja continúa recibiendo el apoyo de Fundaciones como la Caixa que ha recogido ya más de 13.500 euros en la comunidad a través de la campaña 'Ningún hogar sin alimentos'.

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