Fiesta ilegal y tráfico de drogas en un bar de Fuenmayor

Los hechos que dieron origen a la actuación de la Guardia Civil comenzaron a finales del pasado mes de marzo, cuando agentes del cuerpo procedieron a analizar un vídeo difundido en las redes sociales cuyo contenido evidenciaba la celebración de una fiesta ilegal en un bar de copas de Fuenmayor. En ella se infringían la práctica totalidad de medidas de prevención y contención del COVID.

Según detalla la Guardia Civil, el video mostraba la actitud «pueril» e «irresponsable» de los asistentes a la fiesta. El responsable del local permitía que se superase el aforo máximo, consumir en la barra, no portar mascarilla, no guardar la distancia social, etc. Las imágenes crearon malestar entre los vecinos de la localidad que expresaron numerosas quejas por las molestias que generaba el establecimiento, principalmente durante los fines de semana.

Ante todas estas circunstancias, en la tarde del 31 de marzo siete dotaciones del Servicio de Seguridad Ciudadana y agentes del Servicio Cinológico con perros adiestrados en la búsqueda de sustancias estupefacientes, se trasladaron al local para llevar a cabo una inspección administrativa.

En esa intervención, un agente y su perra 'Dora' adiestrada en búsqueda de sustancias estupefacientes inspeccionaron el establecimiento y a los clientes que se encontraban en el interior. Gracias a ello localizaron e intervinieron la droga que el dueño del bar había escondido en el interior de una de las cámaras frigoríficas. Había 15 dosis de cocaína dispuestas para su inminente venta, lo que motivó su detención y puesta a disposición de la autoridad judicial.

Además, el hombre fue denunciado por no tener disposición de los clientes el libro de reclamaciones, carecer del cartel anunciador del libro de reclamaciones y la lista de precios, no tener visible la autorización de venta de tabaco, carecer de gel hidroalcohólico o producto similar a la entrada del bar y no tener los registros de control de clientes mediante código QR, además de permitir o tolerar actividades relacionadas con el consumo o tráfico de drogas.

Apenas dos días después, en la tarde-noche del 2 de abril y ante nuevas quejas ciudadanas, agentes del Servicio de Seguridad Ciudadana regresaron al establecimiento. En esa intervención detuvieron a dos jóvenes de 19 y 20 años. Al primero, por delito de desobediencia y al segundo, por atentar contra un agente de la autoridad, por resistencia y desobediencia grave, y también por amenazas.

Allí, de nuevo detectaron una serie de incumplimientos de la normativa anti-COVID como sobrepasar el aforo en el interior del local y en la terraza exterior, permitir el consumo en el interior de pie (en la barra yel resto del establecimiento), así como dejar fumar en la terraza. Además, las personas que se encontraban allí reunidas no usaban mascarilla ni respetaban la distancia social de seguridad, tanto dentro como fuera.