Casi 40 años de disputa toponímica

El Grupo Socialista en el Congreso, personificado en el diputado del PSE-EE de Álava Daniel Senderos, registró este pasado miércoles una proposición no de ley en la Cámara Baja en la que reclama que se recupere la denominación Sierra de Cantabria. Tras recordar que los criterios de la Unesco para normalizar un topónimo son «el respeto al uso, el respeto a la voluntad de las poblaciones afectadas, la unicidad del nombre del lugar, el respeto a los nombres autóctonos y la no traducción de nombres propios», desde el Grupo Socialista se resalta que la iniciativa «responde al sentir mayoritario de los ciudadanos de Rioja Alavesa y de la Montaña, así como de los agentes sociales».

Consultado por Diario LA RIOJA, el Grupo Popular en el Congreso, eludió ofrecer valoración alguna a la espera de estudiar la proposición registrada unas horas antes en la Cámara Baja.

Sin embargo, las tesis de la iniciativa sí coinciden plenamente con los argumentos defendidos desde su nacimiento, en 2019, por la 'Plataforma Pro Sierra de Cantabria', impulsada por la Sociedad Amigos de Laguardia y personas de Rioja Alavesa, Sonsierra riojana y Montaña Alavesa después de que el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ratificara, en agosto del año anterior, la decisión de 2007 de fijar como topónimo oficial el de Sierra de Toloño. Además de miles de firmas de vecinos y empresas (más de 70 bodegas), la entidad ha sumado la adhesión de numerosos ayuntamientos, entre los que figuran Laguardia, Baños de Ebro, Elciego, Lapuebla, Lanciego, Ábalos, Fuenmayor, Cenicero y Casalarreina.

Uno de los adalides en favor del cambio de denominación a Sierra de Cantabria, el etnógrafo y escritor alavés, de Lapuebla de Labarca, Salvador Velilla mostró ayer su satisfacción aunque con cautelosa ironía. «No sé si es la vía adecuada, porque, a veces, cuando te metes con los grupos políticos, el uno te dice que ha llovido mucho y el otro que no ha llovido nada, pero la decisión depende del Gobierno de España, del Instituto Geográfico Nacional».

Tras destacar que «es importante la denominación que se oficialice porque si no se pierde», el experto considera que hay margen para la esperanza. «Las resoluciones tomadas en 2007 y 2018 eran en base a alegaciones muy cojas porque se hicieron todas, al menos desde el País Vasco, desde los departamentos de política lingüística pero sin pedir opinión a la universidad ni a expertos», señala, para recordar que «frente «a la beligerancia» desde los gobiernos del País Vasco ha habido dejación desde Navarra y La Rioja. «La postura de las instituciones riojanas siempre me ha sorprendido, era como si no fuera con ellas», asevera, para lamentar que «un día la sorpresa llegó al máximo cuando, en el museo de La Rioja vi que en una pantalla había que poner entre qué sierras estaba el Valle del Ebro y Toloño y la Demanda eran las respuestas correctas».

Un estudio de José Antonio González de Salazar afirma que los habitantes de la zona llaman Toloño a la sierra. A partir de ahí, se originan una serie de estudios, informes y peticiones a favor y en contra.

Euskaltzaindia (Real Academia de la Lengua Vasca) se cuestiona el nombre de Cantabria y da por bueno un informe que encargó a uno de sus socios.

Se aprueba el Nomenclátor Geográfico Conciso de España y el Instituto Geográfico Nacional (IGN) toma la decisión sobre la denominación sobre un mapa en el que solo estaba rotulado sierra de Toloño.

El ING ratifica el 13 de agosto que el topónimo oficial es sierra de Toloño.

Nace la 'Plataforma Pro Sierra de Cantabria'.