izaskun errazti
Viernes, 6 de diciembre 2019, 10:01
La Diputación de Bizkaia ya es titular de todas las vías de alta capacidad del territorio. Lo es desde ayer, cuando el Gobierno vasco formalizó el traspaso de 77,5 kilómetros de la autopista AP-68, que discurren entre Bilbao y el límite entre Álava ... y Burgos, a las administraciones vizcaína -22,3 kilómetros- y alavesa -55,2 kilómetros-. Sin embargo, el cambio de manos no alterará, de momento, las condiciones de la carretera, que seguirá siendo de pago al menos hasta 2026, cuando expirará la concesión con la empresa Abertis.
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Con la transferencia escenificada ayer en Vitoria, que se hará efectiva el próximo 1 de enero con un coste anual del traspaso de 1,9 millones de euros, las diputaciones sí tendrán más capacidad para ofrecer ayudas a los usuarios de la autopista o ampliar las existentes. Álava ya paga el 60% del peaje a partir de 15 viajes al mes. Bizkaia, por su parte, no contempla todavía aportaciones para la AP-68. La política de subvenciones en el territorio se limita al gasto máximo mensual de 30 euros que desde que arrancó 2017 se mantiene en vigor para la AP-8, la Supersur y los túneles de Artxanda y al límite de 45 euros establecido diez meses después por el uso de la AP-8 y la AP-1 en los trayectos en suelo guipuzcoano.
Los responsables forales no han decidido aún cómo gestionarán el nuevo tramo de autopista que se acaba de incorporar a su red de 1.300 kilómetros. ¿La razón? Porque aún no ha finalizado el trabajo emprendido en mayo pasado por una comisión técnica, formada por representantes de las dos diputaciones, los gobiernos central y vasco y la concesionaria de la vía, para ultimar los detalles del traspaso. El plazo establecido para cerrar esta cuestión es de doce meses.
Ayer, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, celebró la toma de «una decisión importante» para el autogobierno, por la que a partir del 1 de enero de 2020 todas las carreteras que discurren por Euskadi «serán 100%» de titularidad vasca y competencia foral. Aunque no desaprovechó la ocasión para recordar que «todavía hay 30 materias pendientes de negociación y traspaso».
imanol pradales
En el acto, el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales, también celebró el traspaso, algo, dijo, «que no debería sorprender estando reconocida en la Administración foral esta competencia desde 1985 y a punto de cumplirse 40 años desde la aprobación del Estatuto». Y aunque admitió que se trata de «un pequeño tramo» en kilómetros el que asume Bizkaia, «el más corto de todo el recorrido de esta autopista», su valor es «importantísimo», ya que permitirá «una gestión global» de la red de alta capacidad del territorio.
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«Que nadie piense que para Bizkaia es una transferencia menor, o que tiene un contenido simbólico, porque no es así», advirtió Pradales. Porque, según subrayó, la AP-68 y su conexión con la Variante Sur Metropolitana son «vitales para mejorar la conectividad y la competitividad» del territorio con la Meseta el Mediterráneo peninsular. El nuevo tramo resulta «fundamental» para encauzar los tráficos que genera la actividad económica e industrial a través de corredores de alta capacidad «ampliando el área de influencia». Como titular de la vía, la Diputación podrá «planificar y gestionar la demanda de movilidad de una manera global, atendiendo a criterios de racionalidad y sostenibilidad de la red», concluyó.
22,3 kilómetros de la autopista AP-68 pasarán el próximo 1 de enero a manos de la Diputación vizcaína.
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