La combinación de profesionales en sus respectivas áreas y puntales del PSOE con que Concha Andreu ha configurado el nuevo Gobierno de coalición de La Rioja converge en la figura de la consejera de Servicios Sociales y a la Ciudadanía. Integrante de la Ejecutiva socialista ... y pieza clave en el Grupo Parlamentario en las dos últimas legislaturas, Ana Santos (Haro, 1955) presenta además un extenso y reconocido bagaje en el tercer sector de la comunidad al que suma su experiencia como jefa de la unidad de coordinación contra la violencia de género en la Delegación del Gobierno desde el 2007 al 2012. Su nueva responsabilidad no le es, por tanto, ajena en absoluto. Ni tampoco el legado que asegura recoger de la gestión del PP en un ámbito en el que está dispuesta a cambiar las formas e imprimir un sello decididamente progresista.
- Antes de desvelarse los titulares de cada consejería, su nombre sonó con fuerza como posible presidenta del Parlamento de La Rioja.
- Hubiera sido un puesto 'natural' dado que acumulo ocho años en el hemiciclo, he formado parte de la Mesa y he estado muy involucrada en la dinámica del Parlamento al igual que Jesús Mari (García). Concha Andreu me planteó sin embargo liderar esta consejería desde el principio y acepté porque llevo el tema social en las venas y creí que era una oportunidad única para poder aportar un granito de arena dentro de una labor que será comprometida e intensa.
«Me extrañó que Podemos no reclamara la Consejería de Servicios Sociales que es la más comprometida»
- Una vez que se dio por hecho un Gobierno de coalición, esta consejería podría encajar en las pretensiones ejecutivas de Podemos.
- Mi impresión es que durante las negociaciones todo estuvo en el aire hasta el final y el asunto de los servicios sociales tampoco estuvo totalmente cerrado. Lógicamente la presidenta tenía que establecer sus planes y una organización sujeta a un pacto de gobierno que diera estabilidad. A mí también me extrañó que Podemos no reclamara en el acuerdo la gestión del área de servicios sociales que es la más comprometida con las personas. En cualquier caso, me siento encantada de poder capitanearla desde el PSOE.
«Quien debe valorar su cese es primero su consejera y luego la presidenta, pero no es un buen comienzo»
Los tuits de Mario Herrera
- ¿Cuáles serán sus objetivos?
- No se puede caminar sin rumbo ni improvisar, y menos en el ámbito de las personas. Yo tengo clara una hoja de ruta con unos principios que van a guiar toda mi acción. El primero es la justicia social y el segundo, considerar los servicios sociales como un derecho de la ciudadanía, que los más vulnerables sean considerados ciudadanos y tengan acceso a sus derechos en igualdad de condiciones al resto. Otro principio va a ser la transparencia que va a aplicarse en toda la gestión, y algo clave: dar la vuelta a la concepción tradicional que la sociedad puede tener de los servicios sociales.
«La gestión debe ser pública siempre que sea posible, aunque toparemos con compromisos adquiridos»
- ¿En qué sentido?
- En el sentido de que son un pilar básico del estado del bienestar y, sin embargo, ponen el foco únicamente o en el ámbito profesional o el ámbito de quien los necesita, haciendo que el ciudadano que supuestamente disfruta de una buena calidad de vida lo asuma como un tema que no va con él. Quiero hacer entender que los servicios sociales no son asistencialistas sino públicos y universales; quitarles esa etiqueta de ayuda asociada a la exclusión porque todos podemos necesitarlos en un momento de la vida y al ritmo que va la sociedad y el nivel de envejecimiento, mucho más.
- ¿Qué herencia recibe de la gestión en servicios sociales por parte del PP en los últimos 24 años? Socialistas y populares se han acusado mutuamente de tratar de patrimonializar una cuestión socialmente muy sensible.
- Hacer política no debe ser patrimonio de nadie, e infinitamente menos cuando se habla de personas, al margen de que cada partido defienda un proyecto propio. ¿Qué herencia recibimos? Todavía estoy en proceso de diagnóstico. No se puede actuar sin conocer con exactitud el escenario ni entrar en un ámbito así como elefante en una cacharrería. Desde la oposición he tratado a fondo en ello y conozco bastante la situación. Pero sólo lo que el PP nos ha permitido conocer, la superficie. Ahora debo 'bucear' en la realidad, y en eso estoy junto a un equipo magnífico que combina juventud con experiencia y capacidad y unos técnicos que valoro enormemente porque yo misma he sido funcionaria y con los que iré de la mano no como subordinados, sino aliados.
«Ambas están obligadas a engarzar, como así lo prevé la ley, sin que el interés privado suplante al público»
Iniciativas pública y privada
- El hecho es que una medida de tanto alcance como la Renta de Ciudadanía se implementó la anterior legislatura con el PP.
- Es un proyecto que el PP lo ha vendido como propio, pero lo cierto es que en el PSOE lo trabajamos profundamente en la legislatura 2011-2015 porque siempre lo juzgamos clave. Fruto de aquella intensa labor fue una proposición de ley que la mayoría absoluta del PP creyó innecesaria en un momento de crisis que, precisamente por ello, la hacía imprescindible. En la anterior legislatura lo formularon como iniciativa propia cuando gran parte de la normativa estaba copiada de nuestra propuesta, con algunos aspectos que reconozco que mejoraban nuestro planteamiento pero otros muy deficientes. De hecho, la sorpresa que estoy encontrando en ese 'buceo' que le comento es algo que me temía: aquella apuesta política no llevaba aparejada la inversión económica suficiente. Y algo que yo ya había denunciado en el Parlamento: la Renta de Ciudadanía se presupuestó en 8 millones de euros cuando la memoria de la ley hablaba de entre 12 y 14. El resultado es que a día de hoy ya no hay dinero para pagarla por la mala previsión del PP. Lo digo con claridad, porque puede suceder que haya problemas por esa herencia que hemos recibido.
«Hay muchas expectativas que no podrán cumplirse al completo porque tenemos detrás el lastre económico»
- ¿Quiere decir que se corre el riesgo de que los beneficiarios dejen de percibirla?
- Lo solventaremos de cualquier manera porque es un derecho blindado legalmente y la Administración tiene la obligación sí o sí de cumplir ese compromiso con los ciudadanos que lo soliciten. La Renta de Ciudadanía está sometida a un crédito ampliable, pero una cosa es que se tenga ese pequeño margen y otra que se presupuestara en 8 millones cuando la memoria económica acertó plenamente al indicar que son precisos entre 4 y 6 más.
- ¿No podría financiarse con los 1,3 millones de euros más que costarán los altos cargos en la nueva estructura del Gobierno de coalición o los 800.000 con que han aumentado las subvenciones a los grupos en el Parlamento para liberar a buena parte de sus señorías?
- Hay otros caminos en este momento para hacer frente a ese déficit. Incluso desde la propia consejería cabe hacer ajustes en la medida de lo posible. Sea como sea no va a haber ningún problema y está garantizada pese a que la fuerte apuesta política del PP no vino acompañada de una apuesta económica equiparable para sufragarla.
- Tanto el pacto programático del PSOE con sus socios como el discurso de Andreu apuestan decididamente por priorizar el servicio público en Salud o Educación. ¿Revertirá también las numerosas plazas concertadas por su Consejería?
- Estamos encontrando que, en efecto, hay cantidad de servicios que están externalizados con una gestión al margen de la Consejería. Mi intención es que la gestión sea pública siempre que sea posible. Como en otras carteras, supongo que toparé con que hay compromisos adquiridos y pliegos que tienen más años de recorrido, pero trabajaré en la línea que le indico porque sobre todo el tema de la dependencia es muy goloso para las firmas privadas. La iniciativa pública y privada están obligadas a engarzar de alguna manera, como así se contempla además en la Ley de Servicios Sociales, pero el interés privado nunca puede estar por encima de lo público.
- ¿Es factible sin que se disparen unas listas de espera ya de por sí abultadas?
- Efectivamente hay listas de espera amplísimas para que un mayor pueda acceder, por ejemplo, a un centro de día o a servicios de teleasistencia. Nosotros no venimos con una varita mágica ni un bolsón de dinero a la espalda y no podremos hacer que esa demora desaparezca de forma inmediata. Hay que analizar si esa coyuntura se ha producido en parte por la gestión, que podrá mejorarse, o por la escasez de plazas, ante lo cual podremos llegar hasta donde sea posible. Sé que hay mucha esperanza, que se han generado unas expectativas enormes que, sin embargo, no se van a poder cumplir al completo porque tenemos detrás el lastre económico. Lo que sí garantizamos es un estilo diferente y responder a lo prioritario.
«Como mujer, los tuits de Mario Herrera son impresentables»
Referente feminista durante su larga trayectoria, Santos rechaza de plano los tuits del 2012 de su compañero de Gobierno Mario Herrera -director general de Participación en la Consejería de Podemos- en los que llamaba «zorra» a Dolores de Cospedal. «Como mujer y política me parecen impresentables», dice. «Da igual a qué persona dirigió esos comentarios; no lo puedo aceptar bajo ningún concepto». Menos tajante se muestra sobre si Herrera debería cesar. «Quien debe valorarlo es primero su consejera y luego la presidenta», apunta para reconocer que la polémica «no es un buen comienzo» del departamento de Romero
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