«En cuanto les dije que había tenido cáncer, me contestaron que su seguro no me cubría»

A pesar de todas estas secuelas, le llevó el alta a su jefa, pero no la quiso reincorporar. «No me quiso readmitir porque sólo había un puesto de trabajo en el despacho de abogados y era muy estresante, requería estar muy atento a todo, como a las notificaciones, y no estaba al 100%». «Lo entendí, pero me vi en un limbo, porque no podía trabajar ni cogerme la baja, lo único que podía hacer era acogerme al paro», lamenta. Decidió tomarse ese año para recuperarse y, ya en 2021, consiguió un trabajo que solo le duró un año. La reinserción laboral no le resulta nada fácil. «Me estoy preparando para las oposiciones y, mientras tanto, seguiré echando currículums donde sea, pero es muy difícil que alguien quiera contratar a una persona de 55 años y menos con toda la historia que tengo detrás».

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Antes de pasar por este duro proceso, contrató un seguro sin imaginarse las trabas que le pondrían después. «Intenté solicitar la quimioterapia a través de la clínica privada, pero me pusieron muchos problemas, que si hacía falta una autorización especial, que si había un límite de sesiones, que luego no me iba a cubrir la radioterapia..., una situación que no me gustó, por lo que recurrí a la Seguridad Social».

Trató de cambiarse a otra compañía y, en cuanto les comentó que había superado un cáncer, «me dijeron que si había tenido esa enfermedad su seguro no me cubría». No fue la única vez que obtuvo este rechazo. «Muchas veces me han llamado varias entidades por teléfono, me han preguntado qué seguro tenía y me han ofrecido la posibilidad de cambiarme con ellos, pero en cuanto les dije que había tenido esa patología, me contestan automáticamente que su seguro no me cubría», denuncia.