«¡Qué caro está todo! No sé cómo acabar el mes». Frases como estas se escuchan en cualquier conversación a pie de calle, pero es que la cuestión se complica cuando el dinero que entra en casa es más bien escaso. Es el caso de ... los más de dos millones de españoles que cobran en nuestro país el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), según datos de los sindicatos basándose en la Encuesta de Población Activa (EPA). Aunque la cifra en La Rioja es difícil de calcular con exactitud, se podría establecer cercana a los 20.000 trabajadores, según estimaciones sindicales.
Publicidad
Todos ellos se beneficiarán del último acuerdo firmado el pasado 17 de enero por Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo; Unai Sordo, al frente de CC OO; y Pepe Álvarez, secretario general de UGT. En él se establece una subida del SMI, con efecto retroactivo desde el 1 de enero de 2024, del 5%, con la que la cifra pasa de los anteriores 1.080 euros al mes, con 14 pagas al año, a los actuales 1.134 euros, lo que supone unos 54 euros más al mes.
Dicha iniciativa, que no ha contado con el apoyo de la patronal, está pendiente de su aprobación en el Consejo de Ministros y entrará en vigor el día después de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Tras la firma, la ministra de Trabajo aseguraba que «la soluciones prácticas dirigidas a la población son el producto de un laborioso esfuerzo y de una decidida voluntad de acción política».
Desde nuestra comunidad, Jesús Izquierdo, secretario general de UGT La Rioja, valora «muy positivamente» este incremento del SMI «porque seguimos insistiendo en la necesidad de que se cumpla lo que recoge la Carta Social Europea, que exige que el salario mínimo alcance al menos el 60% del salario medio de nuestro país». «Ahora hay que alcanzar, a lo largo de la legislatura, esa cifra, que para nosotros está en torno a los 1.200 euros», asegura Izquierdo.
Publicidad
Por su parte, Jorge Ruano, al frente de CC OO en La Rioja, considera que «la subida del SMI es un elemento muy importante, porque da cobertura a todos los trabajadores que no tienen negociación colectiva, negociación que hace más de una década que estaba muy afectada y muy deteriorada».
Noticia relacionada
Elena Beisti Martínez
Desde Arag-Asaja, Igor Fonseca asegura que «se está valorando el impacto que tendría esa subida del SMI en el sector agrario de La Rioja anunciado por el Ministerio de Trabajo. Y en paralelo, también se está trabajando para llegar a un acuerdo entre los demás agentes para culminar con la actualización del Convenio del Campo».
Publicidad
Roberto Ruiz-Clavijo, coordinador sindical de UAGR, por su parte, afirma que «siempre se ha defendido una retribución justa para los trabajadores, pero por otro lado, demandando que, al otro lado, se cumpla la ley de la cadena alimentaria, es decir, que al agricultor se le vean compensados, al menos, los costes que le pueda suponer su producto o su trabajo».
En la Federación de Empresas de La Rioja (FER) lamentan «el nulo esfuerzo que ha hecho el Gobierno central para alcanzar un acuerdo para la actualización del SMI, que ha subido el 50% desde el año 2018».
Publicidad
Yolanda Díaz
Ministra de Trabajo
Jorge Ruano
Secretario General CC OO La Rioja
Jesús Izquierdo
Secretario General UGT La Rioja
«Este aumento –dice– debería haberse realizado teniendo muy presente tanto nuestro tejido de pequeñas empresas y micropymes, como al sector agrario y los autónomos, porque muchos de ellos pueden entrar en pérdidas o poner en riesgo su supervivencia. También consideramos que cualquier aumento debería venir aparejado al incremento de los precios de los contratos públicos, para evitar, –como está ocurriendo–, que las licitaciones se queden desiertas. Pero el Gobierno ha hecho oídos sordos a todas nuestras peticiones y, de forma premeditada, no ha querido seguir negociando, sino que ha preferido chantajear a las organizaciones empresariales», asegura Jaime García Calzada, presidente de la entidad.
Y si todas estas aseveraciones las traducimos a pie de calle, nos encontramos con casos como el de María del Mar, trabajadora de ayuda a domicilio, que cobra el SMI. Asegura que su puesto implica mucha carga y que el desgaste es tanto físico como psicológico. «El sueldo no es el que nos gustaría. Para todo el peso que llevamos, en general, es un trabajo que se paga muy poco», confirma. «En mi casa hacemos malabares para llegar a fin de mes, y más si tienes hijos, como es mi caso. La subida que ahora se ha aprobado no se corresponde con lo que ha subido el coste de la vida, vas al supermercado y ya sabemos cómo están las cosas», reflexiona en alto.
Publicidad
Roberto Ruiz -Clavijo
Coordinador sindical UAGR
Jaime García-Calzada
Presidente de la FER
Igor Fonseca
Secretario General de Arag-Asaja
Por su parte, Juan tiene 26 años y terminó de estudiar Administración y Dirección de Empresas en 2019. Trabaja –como primer empleo relacionado con sus estudios– en una asesoría informática y cobra 1.100 euros al mes. «Vivo con mi madre, lo que me permite vivir un poco más cómodamente, pero si decidiera independizarme con mi novia, podríamos hacerlo con nuestros dos sueldos, sí, pero no podríamos ahorrar ni permitirnos algunos viajes o ciertos extras. Pagaríamos el alquiler y poco más. Y, desde luego, sí cambiaría bastante mi modo de vida», finaliza.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.