«Esto es diferente, hay asistencia pero, sobre todo, es un trabajo social»

En el Marqués de Vallejo hay tratamientos diarios, preparan medicaciones porque la mayoría de los alumnos tienen patologías. «Pero no hace falta tener ningún tipo de enfermedad o discapacidad para que haya una enfermera. Solo con que un niño coma algo por error, la galleta de otro niño que tiene un fruto seco al que es alérgico, le da una crisis... Los profesores no tienen por qué atender esa emergencia y una atención rápida puede salvar la vida de una persona», explica Maestre, quien defiende que, además, disponer de una enfermera escolar también es un filtro para mandar o no a los niños a Urgencias. Maestre cuenta que ha trabajado en otros ámbitos sanitarios pero nunca en un colegio hasta este curso. «Esto es totalmente diferente, hay asistencia pero, sobre todo, es un trabajo social porque hablas mucho con los padres», explica Maestre.

Por su parte, Pilar Arnedo, directora del centro educativo, asegura que ofrecen «mucho acompañamiento a los progenitores en situaciones médicas en las que, a veces, están perdidos». «Aquí el perfil es tan diverso que en cualquier momento surge algo. Crisis epilépticas vivimos aquí diariamente. Por la noche uno puede vomitar o tiene fiebre, y aunque se avisa siempre a los padres para que ellos tomen la decisión oportuna, como si le quien llevar a Urgencias, la primera atención la hacemos nosotros», detalla Arnedo para ilustrar la importancia de su trabajo