Una de cada diez viviendas no tiene fibra óptica para una conexión a internet de calidad

La cifra global de unidades inmobiliarias asciende a 270.625 y de ellas 31.801, el 11,8%, aún no tienen esa cobertura. «Eso no quiere decir que haya casi un 12% de población sin una conexión a internet de calidad», matiza el director general de Avance Digital, David Luquin. Es más, «podemos hablar de que en La Rioja el 98% de los habitantes goza de una buena cobertura para poder trabajar, para desenvolverse en su día a día...», en definitiva para no estar desconectado.

Sin embargo, con la puesta en marcha del Programa de Universalización de Infraestructuras Digitales para la Cohesión (UNICO), que impulsa el Ejecutivo central para conceder ayudas a la implantación de la banda ancha, ahora la tasa de cobertura se mide por unidades inmobiliarias. Conviene aclarar, en este punto, este concepto porque bajo la expresión 'unidad inmobiliaria' se incluye «cualquier tipo de edificación o división horizontal, destinado a uso residencial u otro uso, que de forma general demanda conexiones a la red pública de comunicaciones electrónicas». Con lo que se quedan fuera las edificaciones anejas a viviendas como almacenes, trasteros, garajes o espacios comunitarios.

«Pero en La Rioja hay mucha dispersión de viviendas, chalés, casetas en pueblos, en aldeas... Y resulta complicado dotar de fibra a todas ellas, además de que en un buen número de casos seguro que hablamos de segundas residencias o incluso algunas puede que estén abandonadas o cerradas durante casi todo el año», añade Luquin.

¿Y en qué lugares están esas unidades inmobiliarias sin fibra óptica también conocidas como 'zonas blancas'? Un informe de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales –dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital– identifica pueblo a pueblo dónde se encuentran.

En los Cameros el mayor porcentaje de viviendas con ausencia de banda ancha están en El Rasillo, Ajamil –incluye Larriba–, Torre, Pinillos, Muro o Leza, municipios con una población reducida, desde la decena de habitantes de Torre hasta los apenas 150 de El Rasillo, según el último padrón publicado por el Instituto Nacional de Estadística. En el enclave de las Siete Villas esas 'zonas blancas' aparecen principalmente en Brieva, Viniegra de Abajo, Mansilla o Villavelayo –en torno al medio centenar de censados–. Asimismo, hay entre y ocho diez municipios tanto en La Rioja Alta como en La Rioja Baja con ese problema: se trata de Torremontalbo, San Torcuato, Foncea, Cidamón o Ábalos en el primer caso, así como de Enciso, Bergasa, Ocón o Préjano en el segundo.

Son localidades, en su mayor parte, con poblaciones «muy diseminadas», reconoce el director general de Avance Digital. Y esta es la principal dificultad con la que se encuentran operadores de telecomunicaciones como la compañía riojana Knet. «No es una cuestión de despliegue de medios técnicos o de problemas para llegar a zonas rurales de difícil acceso por la orografía. El obstáculo con el que nos encontramos es que no existe una masa crítica de habitantes y por lo tanto no hay demanda», explica Daisy Chong, responsable de Marketing de la empresa logroñesa.

Knet comenzó su despliegue de fibra óptica en la comunidad por municipios cercanos a la capital como Lardero, Villamediana o Alberite «y a partir de ahí fuimos creciendo». La Rioja Alta está ahora entre sus prioridades «pero no siempre es fácil introducir la banda ancha en algunas de esas viviendas ubicadas en las 'zonas blancas'». Si los residentes son personas mayores «les cuesta dar más el paso de hacer un desembolso económico, a pesar de que nosotros estamos ofreciendo unos precios muy sociales para pensionistas, gente en paro...».

De la mano del Grupo Adamo, del que forma parte desde 2018, Knet es uno de los operadores de referencia, junto a Telefónica por ejemplo, a la hora de trabajar en proyectos de despliegue con el Gobierno de La Rioja –ahora se encuentran trabajando, por ejemplo, en Gallinero de Rioja o San Torcuato–. En este sentido, a través del programa UNICO 22 en el Ejecutivo de Concha Andreu confían en poder dotar de fibra a otras casi 14.000 unidades inmobiliarias con lo que únicamente quedarían sin cubrir 17.820 –el 6,6% del total de 270.625–.

Por el momento no hay plazos establecidos para alcanzar esa cobertura pero teniendo en cuenta que el objetivo de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones es que el 100% de la población esté conectada con banda ancha en 2025, los tiempos no se pueden demorar en exceso. «En los últimos años se están registrando avances notables porque, por ejemplo, ahora un 85% de la población riojana tiene conexión 5G cuando en 2021 era únicamente el 63%», confiesa David Luquin.

Hay una decena de municipios riojanos, además, que según el informe del Ministerio de Asuntos Económicos y Transición Digital no tienen unidades inmobiliarias en 'zonas blancas': Arenzana de Abajo, Bergasillas, Bezares, Cárdenas, Daroca, Fonzaleche, Galilea, El Redal y Santurde.