Día Escolar de la No Violencia y la Paz
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Día Escolar de la No Violencia y la Paz
Una marea de buenos deseos'Somos una marea de gente. Todos diferentes, remando al mismo compás'. Esos versos suenan muy bonitos en la voz de su intérprete original, Macaco, pero este martes han cogido más fuerza, si cabe, a través de las gargantas de los 1.200 alumnos de ... cuatro centros escolares logroñeses que se han reunido en el parque del Semillero para celebrar el Día Escolar de la No Violencia y la Paz.
El 30 de enero es la fecha elegida para abogar por la paz. No es un día cualquiera. No está elegido al azar. No en vano, fue un 30 de enero de 1948 cuando Mahatma Gandhi murió asesinado y, por ese motivo, esta es la jornada elegida por los centros educativos para promover la importancia de vivir en un mundo sin guerras, sin conflictos en los que muchas veces los más pequeños se convierten, sin quererlo, en víctimas.
Es un día para caminar unidos y, por esa razón, los colegios Milenario de la Lengua, Escultor Vicente Ochoa, Doctor Castroviejo y Vélez de Guevara han optado por organizar un acto conjunto en el parque del Semillero. No ha sido, ni mucho menos, el único que se ha llevado a cabo en la geografía riojana, pero sí uno de los más llamativos, tanto por el número de estudiantes congregados como por su carga emotiva.
Los niños han sido los grandes protagonistas del acto, aunque también les han acompañado tanto sus profesores como sus familias. La propuesta ha arrancado con la lectura de un 'Manifiesto por la paz' en el que se ha hecho hincapié en el «rechazo más absoluto» de los presentes a todas las guerras existentes en la actualidad, así como en un mensaje de concordia: «La paz es aceptar la diferencia del otro».
Se ha tratado de un acto en el que se han tocado muchos palos. La literatura ha llegado de la mano de la lectura de un poema de Gloria Fuertes para dejar paso después a la música de Macaco y su 'Mensajes del agua'. Los jóvenes alumnos han interpretado el tema con sus instrumentos y sus voces e incluso le han puesto una coreografía diseñada para la ocasión.
Todos, como dice la letra de la canción, han remado «al mismo compás» por la paz al tiempo que se agitaban las banderas de muchos de los países del globo terráqueo, sin importar razas ni continentes. Mensaje que también ha trasladado al mundo entero la joven Malala Yousafzai, premio Nobel de la Paz en 2014. Y por eso una de sus frases ha servido como broche final: «Un niño, un profesor, un libro y una pluma pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución».
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