Inauguración del parque Felipe VI en Logroño. Justo Rodríguez

La deuda de los municipios repunta hasta los 72,4 millones y se aproxima a niveles de 2015

Ocho de cada diez euros del agujero de los ayuntamientos riojanos corresponden a Logroño, que incrementó 4,8 millones su pasivo

Carmen Nevot

Logroño

Jueves, 4 de julio 2024, 07:10

Esta misma semana el Ministerio de Hacienda hacía pública una lista que, por lo general, gusta poco a los ayuntamientos. Se trata del informe de la deuda viva de las entidades locales remitido por el Banco de España, que ofrece una foto fija de la ... situación financiera de los municipios. Un pasivo que en los consistorios de todo del país superó los 18.100 millones de euros a cierre de 2023 y de todos ellos, 72,4 corresponden a las corporaciones riojanas.

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El endeudamiento riojano repuntó el pasado año un 5,7%, un incremento que rompe la dinámica de descenso de 2022 y que se aproxima a los niveles de 2015. La situación está lejos de ser alarmante y, desde luego, no es la misma en todos los municipios. La contabilidad de Logroño es la que ha contribuido a que los pasivos regionales hayan escalado. La deuda pública de la capital, es decir, la compuesta por las obligaciones de efectivo y depósitos, títulos de deuda y préstamos, era a 31 de diciembre pasado de 59,9 millones, 4,8 millones más que doce meses antes. Y es más, su endeudamiento representa el 82,7% del total de la deuda municipal de la comunidad, que es lo mismo que decir que algo más de ocho de cada diez euros de pasivo corresponden a Logroño. Estas cifras le hacen liderar el ranking regional a mucha distancia del resto de municipios.

El segundo de la lista es Pradejón, que debe a los bancos algo más de 1,4 millones de euros. Le siguen a poca distancia Calahorra, Murillo de Río Leza, Cervera y Cenicero. Todos ellos superan el millón de euros de pasivo.

En general, la radiografía es positiva, pero si se va al detalle las circunstancias de cada localidad son diferentes. A lo largo del pasado año ocho consistorios lograron sanear sus cuentas y, sin embargo, en esos mismos doce meses otros cinco aparecieron por primera vez en la clasificación. Todo porque tuvieron que recurrir a un préstamo para financiar pequeñas inversiones. Así las cosas, a cierre de 2022, 47 localidades figuraban en la lista de morosos y un año después, 44, lo que significa que el 75% de todos los municipios de la comunidad están libres de deuda.

Entre los que dejaron el contador a cero están Tobía, Hervías, Briñas, Viguera, San Vicente de la Sonsierra, Casalarreina, Clavijo y Villoslada de Cameros. En el lado contrario, es decir, en el que se estrenaron en la clasificación pasando de cero a números rojos, están Bergasillas Bajera, Baños de Río Tobía, Lardero, Haro y Arnedillo. Paradójicamente la localidad jarrera vuelve a la lista después de que lograra saldar la anterior. De hecho, durante años ocupó el tercer puesto en el podio por una deuda que alcanzó los 7,78 millones de en 2011.

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En cualquier caso, el pasivo actual no es significativo puesto que apenas supera los 78.500 euros, lo que significa que bastaría con que cada vecino aportara 7 euros para saldarlo.

Si se pone en relación la deuda con el número de habitantes, Jalón de Cameros encabeza la clasificación, lógicamente, no tanto por lo que debe, sino porque sólo tiene 23 vecinos y a cada uno le correspondería pagar 1.457 euros para dejarlo libre de cargas. En una situación similar está Brieva de Cameros. En esta localidad para saldar el pasivo cada paisano debería abonar 1.348;1.260 cada uno de los 41 moradores de Viniegra de Arriba, y 1.115 euros los 356 habitantes de Tudelilla. En estos pequeños municipios, cualquier inversión, por pequeña que sea, eleva notablemente el pasivo por habitante.

No obstante, la deuda de este último año no tiene nada que ver con la que tenían los ayuntamientos de La Rioja en 2011. Entonces debían a las entidades financiera 127.063.000 euros. Logroño, que ejecutaba el soterramiento de la vía férrea, estaba a la cabeza con un endeudamiento de 53,65 millones, Fueron los años dorados de la inversión, de las obras y de la burbuja inmobiliaria. Se construía a destajo y para financiar los trabajos se llamaba a las puertas de los bancos.

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La Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera de 2012 obligó a limitar el déficit y la deuda pública y a partir de entonces se acometieron únicamente los proyectos esenciales para el normal funcionamiento del municipio y se desecharon aquellos que estaban pendientes de ejecución. El pasivo emprendió a partir de entonces una caída en picado.

Logroño

El soterramiento, una deuda a largo plazo

Logroño fue en 2023 el municipio riojano que más incrementó su deuda viva, según las estadísticas del Ministerio de Hacienda. «Nada alarmante», asegura el concejal Francisco Iglesias, al contrario «el Ayuntamiento goza de buena salud».

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Lo cierto es que el pasado año el pasivo escaló hasta los 59,9 millones de euros, unos 4,8 millones más que un año antes, y la razón, explica el edil de Movilidad, es que el Ayuntamiento dispuso en 2023 de determinadas cantidades de los préstamos de 2020 y 2021, cuyo periodo de carencia de dos años concluía ya, para poder hacer frente a amortizaciones de otros préstamos que vencían y para programas de fondos europeos o de inversiones propias del ayuntamiento, como el eje ciclista, el barrio de San José, el Sagasta o la estación de autobuses, entre otras. Y es entonces, cuando se dispone de ese dinero y no cuando se contrata el préstamo, cuando figura como deuda viva.

En cualquier caso, el gran salto de pasivo se notó en 2021. Ese año el Ayuntamiento solicitó un gran préstamo sindicado para pagar el soterramiento a la sociedad LIF. A partir de ahí se mantuvieron las mismas cantidades de deuda porque la anterior corporación solicitó 12 millones en el 2021 y otros 12 un año después, y la actual pidió 9 millones de euros.

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En cualquier caso, el Consistorio capitalino, insiste, «goza de muy buena salud» porque, según la normativa, la Comunidad puede intervenir el Ayuntamiento y manejar sus cuentas si su deuda viva supera el 70% de su presupuesto y Logroño está en torno al 55%, con lo cual «estamos muy lejos de ese 70%». Es una deuda «manejable» que se mantendrá en estos porcentajes por préstamo del soterramiento.

Murillo

«La cantidad se puede asumir bien»

Murillo de Río Leza, en una imagen de archivo. Diego Marín A.

El Ayuntamiento de Murillo de Río Leza cuenta con una deuda que supera los 1,2 millones de euros. Y aunque ha bajado con respecto a la de diciembre de 2022, sigue siendo una de las más elevadas de La Rioja, similar a la de municipios como Cervera (3,2 millones) y próxima a Calahorra y Pradejón. La deuda por habitantes de Murillo es la mayor de entre los municipios de más de mil habitantes de La Rioja.

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Para el alcalde del municipio, Sergio Chicote, la «deuda es razonable y se puede asumir bien». Según explica, «viene de grandes inversiones importantes que se realizaron hace unos años, como la construcción del nuevo colegio, la escuela infantil, el polideportivo, la casa de cultura…». La inversión superaba los 10 millones de euros y el Ayuntamiento tuvo que cofinanciar el 35% de su importe. «Por lo tanto -añade- estamos satisfechos y orgullosos de tener unas buenas infraestructuras que han mejorado la calidad de vida de todos los murillenses».

El regidor de Murillo señala que seguirán «apostando por continuar mejorando el bienestar de los vecinos con otras inversiones como la nueva biblioteca, la ampliación del centro joven y un centro intergeneracional en rehabilitación del hogar del de jubilado». «Tenemos unos retos importantes para estos próximos años», concluye el la máxima autoridad del municipio, informa Diego Marín

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