La diferencia que da la artesanía

Un negocio que se basa fundamentalmente en la venta de piel. Como materia prima o como el resultado final de un proceso que se realiza en la trastienda. Allí, en medio de bocetos y máquinas para cortar y confeccionar, se realizan multitud de productos desde bolsos, pulseras, delantales, sandalias... Asimismo, además de pieles, El Desván Artesano es el único distribuidor en Logroño de la tienda de equitación Zaldi y en toda La Rioja de la marca noruega de algodón Drops. También comercializan con lana y con productos de mercería.

Pero Jorge y Verónica no solo pasan los días detrás del mostrador. El pasado martes comenzó el serial de cursos de confección que los propietarios llevan impartiendo desde hace dos años. Una idea que nació al mismo tiempo que lo hizo la tienda y que es parte fundamental del negocio. De 19.00 a 21.00 horas, cada martes y miércoles, Jorge y Verónica enseñan los principales trucos que se deben conocer para fabricar diferentes productos. «Cada alumno vienen con su proyecto, se plasma en un patrón y si yo conozco la técnica, adelante», manifiesta Jorge. Tan fácil como suena. Porque como dice el refrán, cada maestrillo tiene su librillo. «Aquí no obligamos a nadie a hacer un determinado producto, lo que buscamos es la felicidad, que el alumno esté a gusto aprendiendo», añade Jorge. A medio tiempo comercial, y al otro profesor. Su objetivo es dar a conocer más estos talleres, porque «la gente demanda estos cursos más reducidos». Y es que algo parecido ya existía en la Universidad Popular el año pasado, pero la gran cantidad de gente que albergaban los cursos hacían muy difícil que la gente tuviera una enseñanza más exhaustiva. «Nuestros cursos no pueden ser más de 4 o 5 personas, porque nuestra premisa es proporcionar /impartir, cursos personalizados», incide Jorge.

Personalizados y variados. Los dueños de El Desván Artesano pretender innovar y ofrecer a sus alumnos una mayor diversidad temática. Cursos de cuero, de calzado... para un público que es muy variado en cuanto a edad y origen. «Tenemos gente de 30 años, de 50 y hasta un alumno de 85 años. De Logroño y también de Vitoria a los cuales les impartimos el taller el domingo porque es el único día que pueden venir», afirma Jorge revelando la familia que se ha conformado en torno al taller y a la tienda. Estudiantes, pocos. Eso disgusta a Jorge, ya que «este año hubo un curso de calzado de 20 horas, donde te diseñabas el zapato, lo patronabas, pero no salió. Lo mandé a la ESDIR (escuela superior de diseño de La Rioja), pero ningún estudiante quiso participar. Luego suelen venir en verano para que les ayudemos en sus trabajos finales de máster», revela Jorge, que pese a ello, colabora con ellos sin ningún problema.

Y cuál es el futuro de El Desván Artesano. Difícil predecirlo. Continuarán vendiendo productos, pretenden sacar al mercado una nueva marca con la que lanzar su producto local de bolsos de piel, y potenciarán sus talleres, la joya del negocio. Emprendedores que vieron hace dos años y medio una oportunidad para sacar a relucir su talento que disponen tras años de práctica entre talleres. Una oportunidad en busca de tienda ubicada en la Calle Chile 21 y que ofrece a todo su público, productos locales realizados en la trastienda fabricados con materiales de calidad.