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Un corrimiento de tierras ha provocado este sábado el desalojo de unas 20 personas de 9 viviendas del casco urbano de Autol. El suceso se produjo a las 00.01 horas (noche del viernes al sábado). Fue entonces cuando varios particulares avisaron al servicio de emergencias del Gobierno de La Rioja. Al acudir al lugar, una ladera de una zona de bodegas abandonadas del Cerro Santiago, cerca de la calle Buenavista, los técnicos han comprobado el peligro existente tras el colapso. Entonces decidieron desalojar cinco edificios en los que observaron que había entrado tierra del derrumbe.
El deslizamiento de la montaña se produjo al venirse abajo las citadas bodegas. Eso provocó que una casa situada justo encima, sobre el cerro, se agrietase, tanto en el interior como en el exterior, siendo la más dañada, además de la inseguridad que supone el estado del lugar para otras en la parte inferior de la ladera.
El SOSRioja movilizó a bomberos del CEIS, técnicos de Protección Civil del Gobierno regional, una ambulancia en servicio preventivo, y se notificó lo ocurrido a Iberdrola, Electra Autol, Guardia Civil y a la alcaldesa.
Una de las primeras intervenciones, después de señalizar la zona y habilitar un perímetro de seguridad, ha consistido en vaciar una piscina de la edificación más perjudicada con el objetivo de aliviar el peso, que podría acelerar su derrumbe. Desde el Gobierno riojano se ha señalado que no ha habido que lamentar daños personales.
Conforme ha avanzado el día se ha decidido ampliar a 9 las viviendas desalojadas (entre 18 y 20 personas) ante el evidente riesgo de que el derrumbe del edificio más afectado pudiese causar daños en el resto.
Estos vecinos han sido acogidos, de momento, por familiares.
En la reunión técnica mantenida a media mañana de este sábado también se ha acordado ampliar el cordón de seguridad para impedir el paso tanto de vehículos como de peatones, mientras el operativo del CEIS y de Protección Civil del Gobierno de La Rioja continúa en el lugar para vigilar y analizar la evolución de este suceso.
El Consistorio ha difundido un bando indicando que «debido a la situación originada por los deslizamientos de tierras y dada la gravedad del asunto, se prohíbe terminantemente el acceso a toda la zona restringida y acordonada hasta nuevo aviso». Añadía que «las personas desalojadas podrán acceder a la misma acompañadas del personal de seguridad designado, debiendo ponerse previamente en contacto con la Alcaldía del Ayuntamiento».
Y es que el tema de la regulación del mantenimiento de los calados de los barrios de las bodegas de la región es una cuestión pendiente, dado que no existe una normativa específica a pesar de que muchas zonas se encuentran muy deterioradas, como es el caso de Lardero, Entrena, Murillo o Ribafrecha, entre otras. Todo a pesar de que el Ejecutivo, con su presidenta Concha Andreu al frente, defendían hace unos meses que «estas zonas necesitan una rehabilitación» porque «son un recurso turístico extraordinario, histórico y enológico».
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