El 12 de agosto de 1888 se fundaba en Barcelona la Unión General de Trabajadores (UGT). El segundo sindicato más longevo de Europa cumple hoy 130 años y celebra su aniversario en la capital catalana con un acto reivindicativo y la exposición histórica '130 años ... de luchas y conquistas', que girará por España durante los próximos doce meses y pasará también por Logroño. «Detrás de cada derecho y libertad conquistado desde 1888 en nuestro país siempre ha habido un ugetista», afirma el secretario general Pepe Álvarez. A su lado, la riojana Cristina Antoñanzas (Calahorra, 1976), vicesecretaria general de UGT a nivel nacional, trabaja por que siga siendo así también en el futuro. Su reivindicación prioritaria en el día de hoy: «Recuperar derechos y libertades y mejorar la sintonía con la sociedad».
-¿Cuál es su mensaje en esta conmemoración?
-Obviamente, celebramos un aniversario, por un lado, mirando al pasado, a nuestra historia, a todo lo conseguido y a todos los cambios que hemos contribuido a traer a nuestra sociedad en este tiempo. Pero también mirando al presente, siendo conscientes de la situación que hay que superar. Y, sobre todo, lo celebramos mirando al futuro, porque hay que seguir luchando por los trabajadores y trabajadoras, hay que defender sus derechos y libertades y seguir peleando por salvaguardar el estado de bienestar que tanto costó lograr.
«Hay que seguir peleando por salvaguardar el estado de bienestar que tanto costó lograr»
-¿Ha estado en peligro?
-Ha estado en peligro por las políticas del PP de privatizaciones de los servicios públicos, por las descapitalizaciones, por las reformas laborales que han precarizado el mercado laboral gravemente. Han peligrado los salarios, la calidad de vida de los trabajadores y sus derechos, los servicios públicos.
-¿Cuál es la vigencia del sindicalismo actual? Hay desconexión social e ideológica y se ha perdido conciencia de unidad trabajadora.
-La desafección no es solo con el sindicalismo; también afecta a las instituciones democráticas. La sociedad es más individualista, es cierto. Pero yo creo que eso está cambiando y estamos recuperando la fuerza de la unidad entre los trabajadores a base de aprender de nuestros errores y no dejar de trabajar por ellos.
-¿Hace autocrítica UGT? ¿Hace falta un nuevo sindicalismo para el siglo XXI?
-Tenemos que mejorar la sintonía con la sociedad. Más que un nuevo sindicalismo, un sindicalismo que evolucione en paralelo a la sociedad. No somos un ente abstracto, sino que estamos formados por miles de trabajadores y tenemos que evolucionar de acuerdo a los tiempos del mismo modo que lo hacen ellos para poder seguir siendo capaces de defender sus derechos y libertades.
-¿La calidad del empleo es la principal lucha en estos momentos en que la crisis va quedando atrás pero a un alto precio de precariedad?
-La precariedad, el estancamiento de los salarios, la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, las coberturas de desempleo, el empobrecimiento de los trabajadores, que trabajan a diario y no pueden llegar a fin de mes...
«Los inmigrantes son personas en primer lugar; vienen para salvar la vida, no para quitarnos nada»
-¿Son más optimistas con el nuevo Gobierno?
-Lo somos porque cuando el PSOE estaba en la oposición sus exigencias iban en la misma dirección que nuestras reivindicaciones, sobre todo en lo que hace referencia a la derogación de las reformas laborales, pero también en contratación, igualdad...
-Pero el presidente Sánchez ya ha advertido que tiene las manos atadas en el Congreso para derogar las reformas laborales de Rajoy. ¿Representa eso un primer fracaso?
-Es cierto que el Gobierno está condicionado en ese sentido, pero hay cosas que el Ejecutivo sí puede modificar. Es importante, por ejemplo, que el Gobierno vaya a priorizar en sus adjudicaciones a las empresas con planes sociales y de igualdad porque en buena medida las administraciones han contribuido a degradar los contratos con sus pliegues de condiciones.
-¿Se podrán recuperar derechos sin derogar esas reformas?
-Hay formas de hacerlo, por ejemplo favoreciendo la prevalencia de los convenios sectoriales en lugar de los de empresa, que siempre van a la baja para el trabajador. O hacer que los convenios sigan en vigencia mientras se negocia el siguiente. O garantizar la calidad de empleo desde la contratación.
-¿En materia de igualdad?
-Es otro frente necesario porque la brecha salarial es inaceptable; comienza con los pluses, los complementos o las categorías salariales. Pero también hay que corregir que las mujeres accedan al mercado laboral con más empleo precario que los hombres. O que el noventa por ciento de las excedencias o de reducciones de turno las hacen mujeres.
-El empleo juvenil es paro, bajos salarios y temporalidad. Pensiones, funcionarios, dependencia...
-Sigue habiendo muchos frentes abiertos para el sindicalismos, es cierto. Hay que reclamar un diálogo social eficaz para poner en marcha un plan de choque por el empleo, dar oportunidades a las personas con mayores dificultades de acceder al empleo, los jóvenes, las mujeres y los mayores de 55 años...
-Y la inmigración: una cuestión social en primer lugar.
-Hay que combatir el discurso demagógico de quien dice que vienen a quitarnos el trabajo. En primer lugar son personas; vienen para salvar la vida, no para quitarnos nada.
-¿Y en La Rioja?
-Como en todas las comunidades, debemos mantener el diálogo social con Gobierno y empresa para que la recuperación económica se deje sentir en la clase trabajadora.
-Dice Pepe Álvarez que UGT es historia de España. Y también de La Rioja, claro.
-Por supuesto. En La Rioja nuestra historia es de cuarenta años, pero también UGT es historia de La Rioja y cada conquista social ha sido siempre la conquista de todo un país.
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