Alejandro Fernández lidera el PP en Cataluña tras las turbulencias sufridas en el seno de la formación que antes comandó Xavier Albiol. El también portavoz del Grupo Popular en el Parlament mostró ayer en Logroño su confianza no solo en el rearme del partido, sino ... en su papel medular en un escenario tan complejo como el catalán.
-La retirada del escaño de Torra, la fractura dentro del nacionalismo y las tensiones con los constitucionalistas abocan a unas elecciones anticipadas en Cataluña. ¿Son las urnas la solución en un escenario cada vez más abrupto?
-Las elecciones son urgentes y necesarias, pero no la solución a una coyuntura que tardará muchos años en resolverse porque es un problema de convivencia. Hay que entender que no se trata de un enfrentamiento Cataluña versus España, sino de que la mitad de los catalanes están en unas posiciones de confrontación con los otros y esas aristas no se limarán a corto plazo.
«El PP tiene un programa propio; no estamos obsesionados con ningún adversario político»
-¿Cuál es la salida entonces a la encrucijada catalana?
-No hay fórmulas mágicas, pero sí una totalmente democrática que ayudaría: que en Cataluña haya, por fin, alternancia política. El Gobierno catalán ha cambiado de color, pero a diferencia de otras comunidades, el nacionalismo siempre ha estado presente en él. En las últimas elecciones los constitucionalistas estuvimos muy cerca de conformar una mayoría que estoy convencido que normalizaría la situación. Tampoco sería una solución total, pero facilitaría que esa mitad de catalanes marginada por los sucesivos gobiernos pueda sentirse partícipe de la política catalana.
-¿Qué rol juega en ese propósito un PP que ha perdido tanto peso en Cataluña con distintas crisis internas y coquetea con la irrelevancia en un territorio crucial?
-Un matiz previo. En las elecciones generales, el PP catalán fue el que más creció en votos de toda España, aunque también es cierto que partíamos de una posición muy complicada. El hecho es que en los últimos tiempos el partido está creciendo y todas las encuestas apuntan que en los comicios autonómicos iremos al alza, con la única duda de si esa subida será moderada o un salto considerable. Soy realista y no voy a decirle que seré el próximo 'president', pero estoy seguro de que podemos contribuir de forma decisiva al cambio político en Cataluña y a una mayoría de constitucionalistas no nacionalista.
-¿El mismo partido que impulsó la aplicación del 155 en Cataluña?
-El 155 es un artículo que sirve para restablecer el orden constitucional cuando una comunidad incumple la ley, pero no un proyecto político. El del PP lo conoce todo el mundo y pasa por impulsar el dinamismo de la sociedad, favorecer la libertad o aumentar el empleo como así ha demostrado donde ha gobernado.
-¿Cuánta culpa ha tenido Vox en el terreno ideológico y electoral que se ha dejado atrás el PP?
-Con cero diputados en el Parlament, Vox nada tiene que ver con las dificultades que pudo pasar el PP.
-Hasta que lleguen las próximas elecciones, la cuestión catalana es una de las banderas que ha aupado al partido de Abascal en el resto de territorios y a nivel nacional.
-Se pueden hacer muchas interpretaciones, pero el PP tiene un programa propio que siempre se ha demostrado exitoso. No estamos obsesionados con ningún adversario político ni pueden mezclarse los debates. El hecho objetivo es que Cs obtuvo un gran resultado en su día pero ahora no está en su mejor momento y el PP apuesta por aunar esfuerzos en un 'Cataluña Suma'. Nuestra prioridad es que Cs entienda que las elecciones se ganan desde la unidad.
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