Cientos de alumnos de la privada piden información del traslado a la pública tras el fin del 'cheque Bachillerato'

Los alumnos, acompañados de sus profesores, han protestado así por la supresión, el pasado 5 de diciembre, del cheque de Bachillerato que hasta ahora se le concedía a los centros por cada estudiante. Carlos Torres, presidente de CONCAPA-Rioja, convocante junto a Escuelas Católicas y CECE de la protesta, entiende que la medida adoptada por la Consejería es «ideológica» y «no económica como argumenta Educación» y «se utiliza nuestro dinero para pagar el precio de la gobernabilidad con partidos como IU o Unidas Podemos».

Considera además que es «discriminatoria respecto a cualquier familia que cursa Bachillerato, que es el mismo para todos, y la diferencia es que si elegimos un centro conforme a nuestra ideología de la red privada tenemos que pagar 3.000 euros, cuando si eliges uno de la pública no pagas nada»,

De acuerdo con sus cifras, el sistema pública no tendría capacidad para asumir a los más de 700 alumnos que cursan Bachillerato en centros privados y «venimos a la consejería a decir que ya que no podemos elegir en libertad el centro que queremos, que nos digan qué plazas hay disponibles para valorar la posibilidad de pasar a un centro público donde podamos ejercer en libertad nuestra elección».

Ana Isabel Preciado, presidenta de Escuelas Católicas, en la misma línea que Torres, considera que la supresión de la ayuda es «claramente» una cuestión ideológica, porque, según sus cálculos, a la Consejería, mantener a estos 726 chavales en Bachillerato les cuesta 400.000 euros, pero trasladarlos a la pública serían 4 millones de euros, a lo que habría que añadirle las infraestructuras que no tienen «porque ahora mismo no hay sitio en los bachilleres para poder darles plaza. No hay que ser muy listos para ver que esto no es una cuestión económica».

La decisión, según estas entidades, «coarta la libertad de enseñanza y supone un aumento de los desequilibrios socioeconómicos, siendo discriminatorio, ya que las familias con menor poder adquisitivo no podrán elegir continuar la etapa de Bachillerato en centros conformes a sus creencias».

Los alumnos, como Sofía Grijalbo y Jaime Villanueva, de segundo de Bachillerato de Santa María, que han incidido en que están muy contentos en el centro en el que estudian, han llevado una carta de sus progenitores a través de la cual se solicita información al Gobierno sobre la disponibilidad para trasladarse a un centro educativo público. Tal y como adelantó este martes Diario LA RIOJA, más de 600 familias eligieron para sus hijos continuar el proceso educativo de Bachillerato en centros «con un proyecto educativo concreto y unos valores de acuerdo con sus convicciones, pierden la ayuda económica con la que contaban durante el presente curso y en años sucesivos, y deberán aportar la diferencia».

Una vez atendidos todos los estudiantes que han acudido a la Consejería, se han registrado 525 solicitudes de información en tres horas y desde Educación han asegurado que el registro ha funcionado con total normalidad y no se ha habido ningún tipo de incidencias.

El Bachillerato en La Rioja cuenta con 141 unidades, de las que 100 están en la enseñanza pública y 41 en centros privados. De estas, seis corresponden al colegio Sagrado Corazón-Jesuitas, único centro privado en esta comunidad que cuenta con concierto. El resto, otras 35 unidades, no lo tienen y son las familias de estos las que recibían el cheque.

En estas 35 unidades cursan 726 alumnos y la partida de 400.000 euros del 'cheque Bachillerato' suponía un pequeño ahorro frente al beneficio total que supone para las arcas de la Consejería la existencia de centros que ofrecen estos estudios de manera privada.