Miembros de los Bomberos de Logroño eliminan (y queman) un nido de vespa velutina en El Rasillo. Javier Ezquerro
Avispa asiática

Una década de invasión de velutinas

Medio Natural y bomberos luchan contra un insecto que ya coloniza buena parte de La Rioja

Víctor Soto

Logroño

Sábado, 21 de septiembre 2024, 08:36

En diciembre de 2014 se confirmó una sospecha que estaba en el aire desde hacía tiempo. En Brieva de Cameros se localizó el primer nido de vespa velutina, conocida popularmente como avispa asiática. Un insecto invasor y depredador que llegó a Burdeos (Francia) en ... 2004 y, desde un contenedor cargado de madera, ha colonizado buena parte de Europa.

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La lucha contra este no tan pequeño animal se ha convertido en una prioridad. Porque en La Rioja, especialmente en zonas húmedas y de ribera, ha encontrado un lugar donde expandirse a costa de lo que sea. Y es que una de las características de un animal extremadamente territorial es su fiereza, capaz de destruir enjambres de abejas.

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Medio Natural y bomberos (de Logroño y del CEIS), coordinados por SOSRioja, combaten esta especie invasora. En los registros de Medio Natural de los últimos cuatro años se contabilizan 244 destrucciones de nidos, principalmente en Rioja Alta, Logroño y su entorno. En lo que va de 2024 han sido 32, apenas un tercio de los 99 del año pasado. ¿Ha decrecido la población?No. La explicación a este descenso se esconde tras el follaje. Cuando caigan las hojas, los nidos se harán visibles y se multiplicarán las llamadas y las intervenciones.

No se trata de alarmar puesto que, como advierten los expertos, en muchas ocasiones las llamadas denuncian la presencia de velutinas y, finalmente, son avispas comunes. Y estas representan una pequeña y valiosa pieza de nuestro ecosistema. Luis Lopo, jefe de área de Conservación de Especies del Gobierno de La Rioja, explica que la velutina es «muy adaptable» y que su presencia parece estabilizada, aunque Pedro Rodríguez, bombero de Logroño, percibe un incremento. Una de las razones de este aumento tiene que ver con el cambio climático. Concretamente, con la tibieza de los últimos inviernos. «El frío las mata, pero como no están produciendo heladas, las velutinas son capaces de enterrarse o esconderse durante el invierno. No mueren reinas y estas vuelven a hacer un nido primario, salen obreras y estas construyen el secundario en primavera», señala Lopo.

¿Cómo se eliminan?

Cuando se recibe un aviso y se comprueba la existencia de un nido de velutina, el objetivo es su neutralización porque, desde 2015, como indica Lopo, existe una estrategia para control y erradicación de este insecto, hay varias formas de actuar. Desde Medio Natural se aboga por el uso de «una carabina de aire comprimido con balines con insecticida, que matan a los componentes de la colonia». Los bomberos, mientras, utilizan insecticida para acabar con el nido y, posteriormente, se quema.

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«La hora clave son las 22.00. Antes recibimos el aviso y nos acercamos para comprobar. Si existe un nido, marcamos y preparamos la zona para intervenir. Ya de noche, las avispas no vuelan y resulta más fácil porque si no son muy agresivas. No valen ni los trajes de apicultor normales porque son capaces de atravesarlos con sus aguijones, debemos usar unos especiales. Actuamos con una luz roja y neutralizamos el avispero», resume Rodríguez.

Pero los métodos son muy variados: existen permisos para colocar trampas y capturas reinas, también se pueden tirar de troyanos (cazar ejemplares, impregnarlos con insecticida y así inhabilitar el nido), hay arpas eléctricas... «La preocupación de los apicultores es muy grande y colaboran mucho», sintetiza Lopo.

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Por casi toda La Rioja

Las avispas son muy móviles y avanzan por casi todo el territorio riojano, aunque hay zonas que, por sus condiciones especiales, se libran de momento de este incómodo enemigo. Por ejemplo, zonas de La Rioja Baja extremadamente áridas y calurosas o espacios de alta montaña, demasiado fríos para sus características. «Es en La Rioja Alta y el entorno de Logroño donde más se avistan. Pero en la ribera del Oja pueden subir hasta Ezcaray, por el Najerilla hasta Anguiano, por el Iregua hasta Pradillo o por el Leza hasta San Román», analiza Lopo. Cervera, Rincón de Soto... también han constatado la llegada de la velutina, «aunque La Rioja Baja aún no la ha colonizado», incide el jefe de área de Conservación de Especies.

Si se ve un nido de velutina, lo mejor es avisar al 112 para que determine qué cuerpo debe encargarse de su eliminación. Su perfil es muy característico (forma redondeada, hechos de celulosa y de tamaño mucho más grande que el de la avispa común), aunque desde Bomberos se advierte que en demasiadas ocasiones existe cierta psicosis con esta especie. «Ver una avispa no significa llamar a los bomberos. Es lo normal porque estamos rodeados de ellas. El aviso debe ser cuando se ve un nido de velutina», explica Rodríguez.

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Cuando los árboles tiren la hoja, los escondites del insecto se harán visibles y se multiplicarán unas llamadas que se mantienen durante todo el año. Y tocará intervenir de nuevo a la espera de un invierno que pueda mermar su población, que se ha convertido en una amenaza para la apicultura y una peligrosa molestia (sus picaduras pueden ser letales en ciertos casos) para las personas.

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