Hace una década Paula Fernández Gimenez decidió dar un giro a su vida. Dejó su trabajo para poner en marcha el negocio de sus sueños: Nutrium, un centro de nutrición y dietética que está especializado en alimentación infantil, nutrición deportiva, tratamiento de patologías digestivas, ... tratamientos oncológicos, salud hormonal de la mujer, control de peso, servicios de entrenamientos personales y de psicología... Además de todo eso Nutirum una empresa con compromiso social que imparte charlas y formaciones de nutrición para colegios y empresas.
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Mañana, a las ocho de la tarde, en el restaurante 'Al Toque' de la calle Portales tendrá lugar la celebración de sus diez años con un picoteo que podrán disfrutar clientes y empresas que han estado al lado de Nutrium durante estos años. No solo disfrutarán de unos vinitos, también hay alguna otra sorpresa. «Hemos preparado algún jueguito para para proponerles durante el evento», adelanta Paula Fernández.
- Ofrecéis cantidad de servicios enfocados a la salud pero, ¿Cuál es el más demandado?
- Al principio solía ser el de perder peso para adelgazar. Es como lo típico, ¿no? Pero afortunadamente ahora recurre mucho a nutrición deportiva, a nutrición infantil y educación nutricional. Es decir, simplemente aprender a comer de una forma más saludable.
Al final indica que la evolución de la demanda es mucho más enfocada a la salud y no tanto a la estética.
- Eso es muy positivo. Luego habréis notado que las tendencias de nutrición han cambiado.
- El mundo de la alimentación es una ciencia muy joven y en constante cambio, entonces nos intentamos adaptar. Lo que antes era indiscutible, hoy es todo lo contrario. Por ejemplo, antes se decía que había que hacer cinco comidas al día y ahora no, y resulta que el ayuno intermitente funciona. Entonces nosotros nos vamos adaptando a esas tendencias, a esos nuevos descubrimientos, a los tratamientos y y también nos adaptamos un poco a a las modas pero siempre priorizando la salud.
Nunca nos vamos a adaptar a una moda que creemos que no es saludable para el paciente, por mucho que funcione como un batido o una dieta que no la consideramos saludable porque la gente se informa más, se cuida más pero también hay más desinformación.
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- ¿Cómo ha cambiado Nutrium en esta década?
- Empecé yo sola. Dejé mi trabajo y decidí montar mi propio despacho. Quería hacer las cosas un poco como yo me imaginaba que era lo ideal. Poquito a poco fuimos avanzando, incorporando gente nueva y haciendo colaboraciones con otras empresas y ahora mismo pues estamos nueve personas trabajando con el centro.
La especialización es un es un punto importante de nuestra evolución. Al final hay una especialista en nutrición para deportistas, otra para nutrición para niños, para embarazadas, otra solo para las personas que tienen problemas digestivos... Al final la plantilla va aumentando también en otras ramas como la comunicación y el marketing.
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- Ofrecéis servicios online, ¿Cómo evaluáis de esta forma al paciente?
- Pues mira, hoy en día no hay que darle tanta importancia a la báscula si no a los hábitos alimenticios. En realidad no necesitamos ninguna aparatología para tratar a un paciente. Solo hablar con él, entenderle, conocerle y adaptar la alimentación a sus necesidades. Entonces, para eso no hace falta más que una conversación. Podemos tratar con pacientes de cualquier parte del mundo.
En mi trabajo como nutricionista yo no necesito una báscula para saber cómo evoluciona una persona, si está mejorando tus hábitos, si está teniendo dificultades. Lo mismo le pasa a la psicóloga y al entrenador personal, que aunque nosotros tenemos un pequeño gimnasio y tenemos maquinaria, él con cuatro cositas que tengas en casa te prepara una rutina.
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Además, algo positivo que nos ha dejado la pandemia es que nos hemos acostumbrado al teletrabajo, a las videollamadas, a hacer cosas desde casa. Entonces la gente está ahora muy al día con con el trabajo online.
- Respecto a la psicología enfocada a la nutrición, ¿Cuánto afecta la mente en nuestra alimentación?
- Si te paras a hablar con cualquier persona, es seguro que en que en algún momento de su vida ha relacionado la comida con algún problema. No digo un problema mental o psicológico, sino algún problema suyo, emocional con la comida. Ya sea por celebraciones, por cosas buenas, por cosas malas, por estrés, por tristeza, por ansiedad.
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La comida está muy presente en el día a día y todo lo que nos ocurre a nivel mental sale por algún lado, está muy relacionado. Nuestra psicóloga lleva a muchas personas con trastornos del comportamiento alimentario, enfermedades que con anorexia, bulimia o trastornos por atracón pero también simplemente una paciente de mediana edad que está haciendo la dieta y que le está resultando un poquito difícil o que le cuesta planificarse. Para eso está también la psicóloga, para ayudar ordenar un poco las ideas, a ganar seguridad en uno mismo. A veces no es que no estés haciendo la dieta, igual es que tú no te estás viendo de la manera que te tienes que ver, no te estás gustando y te tienes que empezar a gustar tal y como eres, aunque sea con unos kilitos de más.
Luego también es importante el aprender a tener una relación buena con la comida: disfrutar de la comida y comer de forma saludable en lugar de que se convierta en una agonía y en un problema.
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