Marea azul con fuerte marejada en la izquierda

Pues poco cambiaría. Con los datos del 9J solo habría un damnificado: el bloque de izquierdas. El PP mantendría en el hemiciclo regional la mayoría absoluta que actualmente ostenta con 17 parlamentarios. Mientras, los socialistas crecerían mínimamente a 13 diputados y Vox también añadiría un asiento en La Merced, pasando de sus dos actuales a estos hipotéticos tres.

No llegaría al 5%, la barrera de entrada, Se acabó la fiesta, con un 3,6% ni tampoco Sumar ni Podemos, que han concurrido por separado. En las últimas autonómicos, bajo las siglas Podemos-IU, la coalición logró dos escaños que ahora se evaporarían. De haber concurrido Sumar y Podemos juntos (y sin fuga de votos, otro ejercicio de ficción), entrarían por los pelos en el Parlamento autonómico y lo harían con dos representantes, lo que castigaría a los partidos mayoritarios: el PP se quedaría con 16, el PSOE con 12, Vox tendría 3 y Sumar-Podemos, los ya citados dos. Y eso significaría que Gonzalo Capellán sí debería contar con Vox para gobernar, un giro de guion que obligaría a los populares a negociar y ofrecer, como ya ha ocurrido en otras comunidades con resultados dispares. Pero esta extrapolación no pasa de ser un juego porque los ciudadanos votan de una manera o de otra según los comicios. Y también cambia mucho la movilización. Si el 29 de mayo de 2023 fueron casi 168.000 los riojanos que pasaron por las urnas, el pasado domingo no llegaron a 125.000, una enorme diferencia.

Pero más allá de lo interpretable (y de lo que seguro que los partidos especialmente los de la izquierda deben repensar de cara a próximas convocatorias), el 9J deja un buen número de anécdotas.

César Luena es natural de Bobadilla. El número 9 del PSOE tenía el escaño garantizado, pero seguro que se ha llevado un disgustillo al ver los resultados de su pueblo. En Bobadilla ganan los populares por 37 votos a 25, cuando hace cinco años los socialistas vencían por 37-29. Es decir, el PSOE ha perdido en este lustro una docena de sufragios en la localidad del eurodiputado.

No va a resultar necesario buscar pactos ni lanzar una moneda al aire, pero hay cuatro localidades riojanas en las que las urnas arrojaron un empate. Curiosa fue la igualdad a tres en Navajún, con dos votos para PSOE, dos para PP y otros dos para Podemos, además de un sufragio para Vox. Mientras, en Laguna, 30 votantes se decantaron por el PP y la misma cantidad por los socialistas. Y en Castroviejo y en Arenzana de Arriba la igualdad fue a 12 y 9 votos, respectivamente.

Hay una pequeña localidad en La Rioja que no tiene zurda. Ni un voto a la izquierda. Se trata de Cidamón, un municipio riojalteño dedicado a la agricultura y a la avicultura en el que los trece votantes del 9J repartieron sus sufragios entre PP (8 votos), Vox (3) y Se acabó la fiesta, agrupación del polémico Alvise Pérez que obtuvo dos apoyos.

Una pequeña mancha verde de apenas cinco kilómetros cuadrados se percibe en el territorio riojano tras el 9J. Se trata de Torremontalbo, el municipio vecino a Cenicero en el que Vox logró su único triunfo electoral en la comunidad. Tres de sus votantes se decantaron por Vox. Ya había ocurrido en 2023, cuando fueron cuatro los sufragios cosechados por los de Abascal. También en las Europeas de 2019 ganó Vox. Aunque tal vez lo más curioso de este municipio de abolengo que en las municipales vota a la Candidatura Independiente de Torremontalbo es que en la urna apareció un sufragio al Frente Obrero. Esta formación, que se define como patriótica-revolucionaria, sorprende en una localidad que en las últimas elecciones se ha votado a Vox, PP, Ciudadanos y hasta al PSOE. Pero nunca a un partido así.

Comparecía Ciudadanos en los comicios para hacer solemne entrega de sus ocho actas de eurodiputado. La debacle, ya vista en anteriores citas, se confirmaba. A pesar de todo, un grupo de fieles siguió votando naranja en la que puede que sean sus últimas elecciones. En La Rioja fueron 774 votantes de Cs, cuando hace cinco años sumaron 21.359. Eso sí, la séptima fuerza política riojana superó holgadamente a los animalistas del Pacma, que en esta convocatoria han perdido más de 700 votos, pasando de 1.357 en 2019 a 627 el pasado domingo.

Soberanía Alimentaria Española recibió un total de 159 votos en La Rioja. Pero hay un municipio donde ha destacado su implantación: Grañón. En la localidad riojalteña la formación logró 10 apoyos, los mismos que Vox, lo que la situó como tercera fuerza política. También en Cárdenas, con tres votos, SAE fue tercera.

En la localidad de la base de Recajo casi uno de cada cuatro votos ha ido a la extrema derecha. El desplome del PSOE(pasa de 245 votos a 124 sufragios cinco años después) y de Ciudadanos (de 60 a 3) hincha los resultados de Vox, que logra el 16,2% de los votos y de 'Se acabó la fiesta', que logra 32 apoyos y el 7%.

Dos partidos de corte regionalista extremeño han sido los menos votados en las Europeas. En La Rioja, la formación Extremeños recibió ocho sufragios, mientras que Juntos por Extremadura sumó 20. Pero es que en su comunidad fueron décima y octava fuerza, respectivamente. El tercero por la cola fue el proyecto de Junts, con 23 papeletas. Eso sí, los de Toni Comín lograron un eurodiputado... aunque perdieron dos.

La superficie de La Rioja Alavesa es un puzle multicolor de partidos, sensibilidades y diferencias en pocos kilómetros. El 9J, por ejemplo, Laguardia, Navaridas, Baños de Ebro o Yécora votaron popular mientras que Oyón, Labastida y Elciego se decantaron por el PSOE. Mientras, Lapuebla, Samaniego, El Villar o Cripán eligieron a CEUS, la marca del PNV. Y en Lanciego y Moreda se registraron empates a votos entre socialistas y peneuvistas. Ahora Repúblicas (Bildu) no ganó en ningún municipio pero fue segunda fuerza en Oyón o Laguardia.