Secciones
Servicios
Destacamos
«Mañana» (por hoy) «se presenta nuestro presidente como candidato a la Comunidad y tenemos que estar todos apoyando (...) No faltéis». Este mensaje, distribuido a media tarde de ayer por un servicio de mensajería telefónica, clausuraba para los afiliados del PP largas horas de inquietud. ... Zanjadas con el aviso lanzado desde la sede de su partido para que la militancia acuda al acto convocado hoy en Logroño, que en teoría se debería haber programado ayer: la cancelada visita a La Rioja del líder nacional, Pablo Casado, para desvelar la identidad de los candidatos al Gobierno regional y al Ayuntamiento de Logroño. Para la primera lista, la cúpula del PP da como se ve por seguro a su presidente, José Ignacio Ceniceros; para la segunda candidatura, se perfila Cuca Gamarra.
Desde primera hora de la mañana sobrevolaba entre los miembros del PP riojano mejor informados el rumor según el cual la visita de Casado, aplazada el día anterior por sorpresa ante la falta de acuerdo para la designación de candidatos, tendría lugar este viernes. Día de los Santos Inocentes. Que será la fecha elegida luego de otro golpe de efecto en un proceso de selección muy rico en tensión: una cumbre de urgencia en Haro, hasta donde se desplazó desde Pamplona Casado a la hora del almuerzo, sirvió para desbloquear una situación de evidente nerviosismo en todos los niveles del partido, que alcanzaba a la militancia y también a sus dirigentes. A la reunión, convocada en el Hotel Los Agustinos de la capital riojalteña, asistió Ceniceros, acompañado por la secretaria general del PP, María Martín. Mediada la cita se les unió Javier Maroto, vicesecretario del PP nacional. Un peso pesado que, además de la natural sintonía con Casado, acredita una vinculación estrecha con la otra gran protagonista de la reunión, aunque ausente: Cuca Gamarra.
Del aviso lanzado para convocar a la militancia hoy en torno a Ceniceros se desprende que el presidente salió de la cumbre convencido de que se hará realidad su deseo: encabezar la lista al Parlamento. Donde gana también influencia el papel que puede ejercer su compañera de viaje hasta Haro, Martín. Por el contrario, las fuentes consultadas coinciden en interpretar que Gamarra será la elegida para repetir como número uno en la candidatura municipal, a pesar de los intentos que hasta ultimísima hora orquestó Ceniceros para situar a una persona de su confianza en ese puesto. Gamarra, miembro del equipo más cercano a Casado, resistió. E hizo buena esa banda sonora que estos días se escuchaba por Génova: «El alcalde que quiera repetir, repetirá».
El caso de Gamarra es, sin embargo, singular. Por una razón fundamental: que cuando tomó posesión para su segundo mandato como alcaldesa proclamó que no estaría más de ocho años al frente del Ayuntamiento. Una promesa que después ha ido matizando, a pesar de que tanto los compañeros de su partido más críticos con su estrategia como su socio de confianza en el salón de plenos (Ciudadanos) advirtieran del peligro de liderar de nuevo la candidatura del PP. La formación naranja ha sido taxativa en los últimos meses: no mantendrá su apoyo a los populares si presentan a Gamarra como número uno. Lo cual significa que si finalmente la alcaldesa se retracta de aquel compromiso, sólo le valdría ganar en las urnas por mayoría absoluta. Las encuestas que maneja Génova le atribuyen el triunfo, pero parece difícil que por ese amplio margen.
Se trata de un propósito semejante al que deberá asumir Ceniceros, muy debilitado en la fase final de la legislatura por la retirada del respaldo de Ciudadanos. Forzado a prorrogar los Presupuestos como presidente del Gobierno, además estará obligado ahora a encabezar una candidatura por primera vez en su longeva carrera política de cumplirse los pronósticos aireados desde su propia organización, cuyos responsables se negaron ayer a hacer declaraciones para comentar los resultados de la cumbre de Haro. Una reunión que duró hasta las seis y media de la tarde; en una sala del hotel jarrero, hasta donde se desplazó también la esposa de Casado, los congregados escenificaron una liturgia que en algo recuerda a otra semejante. La que protagonizaron en su momento, allá en el 2015, los miembros de la cúpula del PP riojano cuando tuvieron que sacrificar a Pedro Sanz para retener el Palacete y permitir que otro de sus dirigentes, que resultó ser Ceniceros, siguiera pilotando el Gobierno.
Tres años después, la historia se repite. Aunque con algún matiz. Ninguna de las fuentes consultadas descartan sorpresas de última hora, habida cuenta el infranqueable muro de silencio que, más allá del mencionado mensaje telefónico, se ha filtrado de la reunión. Y hay coincidencia en otro factor añadido: que el partido sale dañado de este dilatado periodo de opacidad y selección semiclandestina de candidatos. Que habrá damnificados por la decisión adoptada en Haro. Y que esos efectos perversos pueden tener consecuencias allí donde más duele: en las urnas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.