Cuevas apunta que el papel del Gobierno riojano es «reivindicar»

Más allá de eso, se excusa aduciendo que «en este tipo de infraestructuras no entramos en cuestiones de plazos ya que no son de nuestra competencia» y recuerda que el papel del Gobierno regional es «la reivindicación. Eso es lo que estamos haciendo. Cada vez que vamos al Ministerio o a Adif, como lo hemos hecho recientemente, hemos reivindicado para La Rioja la mejora de las infraestructuras y la llegada de la alta velocidad al mismo tiempo que Navarra. Si se baraja que llegará a Pamplona en el 2023, también exigimos que llegue a La Rioja en ese momento».

«Solo podemos transmitir la necesidad, la queja y seguir insistiendo. Poco a poco se están dando pasos en el buen sentido y queremos que se sigan cubriendo las necesidades que tiene La Rioja», reitera el titular de Fomento en el Ejecutivo regional, que también apunta que las decisiones sobre la evaluación del impacto ambiental o la redacción de un estudio informativo completo «las tendrá que tomar el Ministerio y el gestor ferroviario. Ahí no entramos. Nosotros vamos a pedir lo que entendemos que necesitamos. Tenemos un corredor ferroviario que no es propio del siglo XXI y que hay que cambiar. Seguiremos en esa línea».

El consejero tampoco valora el hecho de que la administración haya dejado morir una evaluación ambiental que, en el caso del tramo Castejón-Zaragoza, exigirá un desembolso adicional de un millón de euros. «Hemos pasado una de las peores crisis financieras y muchas infraestructuras se han ralentizado. Puede tener que ver con eso... pero no tengo instrumentos para valorarlo», sentencia.

«Dejación absoluta»

Desde el PSOE, Vicente Urquía, explica que tras conocer que Fomento licitaba de nuevo el estudio informativo y de impacto ambiental del tramo entre Castejón y Zaragoza, dedujo que en la misma situación se encontraba el de la conexión entre Logroño y Castejón. «No supone volver a cero, sino a menos dos o menos tres. Hay que empezar otra vez todo y afectará, incluso, a los proyectos constructivos de ese tramo, que quedarán suspendidos ya que sin evaluación ambiental ni estudio informativo no tienen ninguna viabilidad posible. Es una dejación absoluta. Desde el 2010 no se ha hecho nada y lo que estaba hecho, en lugar de protegerlo, lo que ha sucedido es que todo ese trabajo se ha perdido y hay que empezar de cero», completa.

En cuestiones de plazos, Vicente Urquía considera que «serán dos o tres años para tener el estudio informativo y la evaluación ambiental, lo que hace que hasta el 2022 no habrá posibilidad de empezar con los proyectos constructivos. Nos vamos a unos plazos que dejan a La Rioja muy fuera de la conexión con la AVE del resto de comunidades».

El escenario que traza Urquía sitúa a La Rioja en una especie de isla ajena a la alta velocidad: «Vamos a tener el tren en Zaragoza, en Burgos y quizá en Pamplona y nos quedamos en tierra de nadie, absolutamente marginados sin conexiones de ningún tipo ya que la única adaptación de alta velocidad con doble vía europea es el tramo soterrado de la estación de Logroño, que está así por el esfuerzo municipal que en su momento hicimos».