Cuatrocientos rinconeros rechazan la variante norte en El Espolón logroñés

La marcha arrancó a las once y media desde la plaza del Ayuntamiento, una vez que los desplazados se reagruparon tras aparcar los vehículos en los que se habían desplazado en la zona de la plaza de toros. Con un trenecillo a la cabeza, en el que viajaron los más pequeños de la movilización, los rinconeros fueron soplando silbatos y al ritmo de un bombo con pancartas que decían '¡Cumplan la ley! Rincón de Soto no se vende' o 'Por favor, dejen hablar al pueblo'. Los asistentes, a su vez, llevaban sus lemas que fueron desde 'No por lo mejor de Rincón, perdemos todos' a 'Nunca por el norte, como está o por el sur'.

Una vez frente a la Delegación del Gobierno, los rinconeros se colocaron en círculo para dejar un espacio central en el que representar lo que supone su entorno para ellos y la incidencia que, en su opinión, tiene la construcción de la variante ferroviaria por el norte del pueblo, a la vez que platearon que la solución se encuentra al sur.

Desde la Asociación Para la Ordenación de las Vías de Transporte de Futuro en Rincón De Soto (Apovifrincón), su portavoz, Adolfo Nájera, consideró un éxito la iniciativa, más teniendo en cuenta que requería el desplazamiento de los rinconeros. «Manifiesta el descontento que hay», resumió. E insistió en que «estamos defendiendo que no se cometa esta aberración en nuestro pueblo, estamos pidiendo una solucioón menos gravosa. No entendemos por qué no se puede aplicar», indicó el portavoz.

Hace apenas unos días, el Boletín Oficial del Estado publicó la formalización del contrato entre Adif y la empresa que va a acometer las obras del proyecto de construcción de la variante de Rincón de Soto, de un monto total de 48.546.722,10 euros.

Apovifrincón señaló que defenderá su posición hasta llegar a los tribunales. «Es una tristeza que tengamos que ser los vecinos los que digamos a la administración que se cumpla ley», contaba Nájera, al referirse a la vía judicial que se plantea el movimiento vecinal. Lo que los vecinos piden a los políticos es que «escuchen al pueblo. Estamos arriesgando vidas y nos han justificado que la Administración central ha formalizado un documento de responsabilidad ante daños cuando hay otras posibilidades. Esta es un desastre».

Al final, los rinconeros cantaron que son «mucho valientes».