Uno de cada cuatro adolescentes riojanos reconoce haberse emborrachado en el último mes

Porque las estadísticas que se extraen del informe, realizado tras cuestionar a más de 1.500 estudiantes de enseñanzas secundarias de la comunidad de entre 14 y 18 años, indican que tres de cada cuatro alumnos riojanos han bebido alguna vez en la vida (apenas seis décimas menos que la media nacional), aunque superan este listón si se les pregunta si lo han hecho en el último año o en el mes precedente. Seis de cada diez alumnos de secundaria han consumido alcohol en los últimos 30 días, 3,2 puntos por encima de la media.

Y son las chicas las que beben en mayor proporción, algo similar al resto de regiones en un momento evolutivo en el que se quieren probar muchas cosas nuevas, con más ahínco si estas son prohibidas (cabe recordar que la edad legal para consumir alcohol se sitúa en los 18 años).

Pero una cosa es beber y otra, que diferencia esta monografía, es emborracharse. En este caso, los adolescentes riojanos están por encima del resto de sus compañeros de otras regiones. En el caso de los que se han emborrachado en el último mes, casi uno de cada cuatro (el 23,8%) declara haberse sobrepasado con el alcohol, tres puntos más que la media nacional, lo que les coloca como los quintos en esta clasificación de dudoso honor. Las adolescentes también ganan a sus compañeros masculinos en cuando a borracheras, excepto en un marco temporal: el del último mes. Aquí, el 24,1% de los chicos reconoce haberse excedido recientemente, mientras que las alumnas se quedan en el 23,4%.

Beber, emborracharse y atiborrarse a alcohol, que este es el otro gran aspecto estudiado: el de salir a beber como si no hubiese un mañana (aunque luego tal vez no reconozcan haber llegado a la borrachera). El 35,1% de los chavales lo ha hecho en el último mes (6,5 puntos porcentuales por encima de la media, solo por detrás de extremeños, manchegos, aragoneses y navarros) por el 28,9 de las chicas de entre 14 y 18 años.

No entra el estudio a identificar dónde se compra el alcohol en cada provincia, pero sí desglosa en un apéndice la figura del botellón. Y, en ese caso, los riojanos no son tan proclives como los alumnos de otras regiones a juntarse para compartir bebidas alcohólicas, aunque los porcentajes son ligeramente inferiores a la media, según los datos de la 'Encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias'.

Esto es lo que hacen los adolescentes, pero la 'Monografía sobre alcohol 2024' también replica la metodología para analizar la relación con el alcohol de la población de entre 15 y 64 años. En este aspecto, los riojanos se comportan de manera similar a los españoles en lo que se refiere a haber probado alcohol alguna vez en la vida (el 93,3% por el 93,2%) y en los últimos doce meses (un 77,7% frente al 75,9%). Solo en el estudio del último mes los riojanos reconocen beber más que los españoles: el 68,4%, cuatro puntos por encima de la media.

En lo que sí destaca la sociedad riojana es en haberse emborrachado al menos una vez en el último año (el 24,3% ha sufrido una intoxicación etílica, ocho puntos más que los españoles, y solo por detrás de navarros y canarios) o en haberse dado un atracón en esos 30 días más cercanos, solo por detrás de los murcianos.

La conclusión es clara: los adolescentes y la sociedad de La Rioja mantienen una relación similar con el alcohol a la del resto de los españoles, pero cuando beben lo hacen en mayor medida y, además, reconocen haber consumido en un marco temporal más corto, es decir, que trasiegan más veces de lo habitual en otras zonas.