José Ignacio Rodríguez-Maimón | Presidente de Cruz Roja en La Rioja

«En Cruz Roja el trabajo no tienes que buscarlo porque te llega»

– Cumple solo dos meses en el cargo, ¿le ha dado tiempo ya a ponerse al día de una institución que maneja unas cifras de atenciones descomunales?

– Sí, efectivamente, más de 30.000 personas atendidas, un número muy importante que, si sumamos las cifras de otras entidades destinadas a otros motivos sociales, dan una idea de la cantidad de gente que nos necesita todavía.

– Más de 200.000 intervenciones el año pasado, casi 32.000 personas diferentes atendidas, lo que representa casi uno de cada diez riojanos... La situación de necesidad no remite en La Rioja ¿no?

– Para nada. Lo estamos viendo ahora con el Plan Reacciona, que es la segunda fase del Plan Responde por el covid. La pandemia, la guerra de Ucrania, la inflación y el incremento de los costes de la vida han provocado un aumento de la pobreza energética y ahí estamos entregando ayudas económicas directas y como colaboradores en prestaciones de servicios de bienes de primera necesidad, donde hablamos, por supuesto, de alimentos, pero también de utensilios y asesoramiento.

– Inclusión social, personas en vulnerabilidad extrema, inmigrantes y refugiados, personas mayores en soledad no deseada... ¿Hay cifras que asustan?

– Bueno, no sé si por desgracia estamos ya acostumbrados y no sé si asustan, pero sí preocupan. Mientras tengamos recursos para dar respuesta, tenemos cierta tranquilidad y, de hecho, por ahora no nos hemos visto desbordados. Cierto es que contamos con el apoyo de la sociedad riojana, más de 12.000 personas y empresas que son socios y que nos aportan la financiación que nos hace ser suficientes con fondos propios para ciertas cuestiones; y cómo no, con el respaldo de administraciones, instituciones y entidades bancarias.

– ¿Cuál es la situación económica? Las inversiones el pasado año se dispararon hasta los 5,35 millones. ¿Es soportable?

– En mayo pasado tuvimos la reunión del Comité Nacional y nuestra nueva presidenta, María del Mar Pageo, defendió como prioridad la sostenibilidad. Hay que mirar las cuentas y aquí, afortunadamente, mi antecesor, Fernando Reinares, ha dejado una entidad muy saneada, pero no podemos olvidar que tenemos tres pilares de financiación: las subvenciones y donaciones legales, la prestación de servicios y fondos propios para lograr esa autosuficiencia, aunque evidentemente no podemos prescindir de las subvenciones y de los concursos públicos porque forman una parte muy importante de nuestra tesorería. Por eso, las entidades del tercer sector tenemos mucho interés en que se apruebe de una vez el Concierto Social, porque nos permitirá a las entidades no tener que pelear con empresas en las que su principal valor, reconociéndoles otros, es el económico, con el que no podemos competir. Por eso uno de mis objetivos prioritarios es profesionalizar más el área de captación de fondos y alianzas, ya tenemos el visto bueno para contratar a un gestor, y aumentar así la financiación propia y reducir la dependencia económica de la Administración, que es un pilar inevitable y deseable, aunque debe ser el 33% frente al 40-45% actual.

– ¿Ha caído la generosidad de los riojanos tras tantas crisis?

– A ver, cuando hace falta obtenemos ayuda inmediata, tocamos el silbato y llega la ayuda que sea necesaria. Pero, por ejemplo, nos está costando algo más que otros años vender los cupones para el Sorteo del Oro, que se celebra el día 20. Sí, es cierto... no me gusta decir cansancio, pero bueno, lo hay.

– Sin embargo, una de las fortalezas, y cada vez más evidente, es su voluntariado.

– Por supuesto. Como se ha reducido la edad del voluntariado a los 12 años, a través de Cruz Roja Juventud, que trabaja de una forma maravillosa y exquisita, se nota muchísimo. La visibilidad de Cruz Roja siempre ha sido socorro y emergencias, pero mi idea es potenciar también la faceta no tan visible, porque de aquí sale un voluntario con un maletín que nadie sabe qué lleva dentro para irse, por ejemplo, a un domicilio a atender a una persona mayor, pesarle, tomarle la tensión o simplemente hablar con ella y acompañarla. Sin el voluntariado nada de lo que hacemos sería posible, lo mismo que con los trabajadores de estas casa, casi 160 personas.

– Los retos son los mismos desde hace años. ¿Se plantea alguno nuevo? ¿Reforzar áreas?

– Si hay algo en Cruz Roja que tienes claro es que el trabajo no tienes que buscarlo, porque te llega. Te llega el covid, Ucrania, los refugiados, un terremoto... Pero es que además hay cuestiones endémicas, como nuestros mayores, cada vez hay más; la soledad no deseada, que afecta también a gente más joven, algo que podría venir derivado de la pandemia, porque creo que el covid tiene todavía signos y consecuencias no visibles, pero que están ahí. No se nos olvida nunca tampoco la formación a los niños y jóvenes, la familia y el acogimiento, el empleo o las personas en vulnerabilidad extrema.

– ¿Llega a todo la entidad?

– Sí, de momento llegamos a todo. Seguiremos atendiendo a los colectivos vulnerables, con especial incidencia en la soledad no deseada en las personas mayores; seguiremos apoyando a las familias en todas las etapas de la vida, con especial hincapié en la infancia; seguiremos favoreciendo la incorporación al mercado laboral de las personas con mayores dificultades y colectivos más vulnerables... Seguiremos haciendo todo lo mejor posible y destinando los recursos necesarios, sin matar pulgas a cañonazos, en base a esa máxima de eficacia, eficiencia e inmediatez.

– ¿De todos esos retos, qué objetivo prioritario se marcó desde que cogió el testigo de Fernando Reinares?

– Mayores, sin lugar a dudas. La demografía es la que es y la soledad no deseada es terrible. Ahí tenemos que centrar nuestros esfuerzos sin descuidar lo demás, evidentemente.