Mayor peso de la Formación Profesional pero, sobre todo, un cambio cultural de calado. A esas razones atribuye principalmente Galiana la fulgurante mejora del índice de los alumnos que dejan las aulas con antelación.
-¿Cómo pesa la situación económica en su evolución?
-Tradicionalmente ha habido no sólo en La Rioja sino a nivel nacional una relación directa entre la bonanza económica y el abandono escolar temprano. La oferta de trabajo, especialmente en la construcción, llevaba a los jóvenes a dejar las aulas sin completar su formación por un contrato laboral. La novedad más relevante es que la tendencia está variando y pese a la recuperación económica la estadística de quienes dejan prematuramente sus estudios sigue a la baja.
-¿A qué lo achaca?
-Como en tantos otros indicadores, es difícil destacar una sola circunstancia. Todo apunta a que la crisis ha dejado una huella profunda en la escala de valores y ha elevado la necesidad de formación en la jerarquía social que manejan las familias y los jóvenes. Un cambio profundo que cala en el conjunto de la sociedad y hace entender la educación no sólo en términos de desarrollo académico sino personal y que desde el Gobierno de La Rioja también hemos impulsado apostando decididamente por la Formación Profesional.
-¿En qué sentido?
-Ampliando sustancialmente la oferta tanto en la FP básica como en la dual, acercando la formación a las necesidades y a la práctica de la empresa riojana y rompiendo así la barrera del desconocimiento que a veces impide tomar ese camino. Este tipo de enseñanza ha dejado de estar estigmatizado como pudo quizá ocurrir tiempo atrás y, por otro lado, hay una conciencia cada vez más intensa incluso en sectores como construcción, agricultura o la hostelería que no requerían excesiva especialización de que la formación mejora las prestaciones. El refuerzo de la FP ha servido también en muchos casos para dar acomodo a aquellos alumnos con necesidades educativas especiales sobre cuya atención y detección seguimos haciendo una notable inversión en La Rioja.
-¿Cabe la posibilidad de que la tendencia se revierta en caso de que la situación económica retorne a máximos de la precrisis?
-El riesgo cero no existe, pero entiendo que la percepción ha cambiado y hemos aprendido el valor de la formación más allá de coyunturas de bonanza. Partiendo de lo inasumible de los niveles de abandono escolar por encima del 30% que llegó a tener La Rioja, el objetivo es seguir avanzando y luchar para estar por debajo incluso del 10.