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La figura del editor, quizá por desconocimiento, todavía sigue siendo opaca para mucha gente y, sin embargo, es uno de los pilares fundamentales sobre los que se asienta un material atractivo y de calidad. En UNIR, juegan un papel crucial porque son los que velan por que los contenidos que se imparten sean prácticos, estén actualizados y cumplan los requisitos marcados por ANECA y por la propia universidad.
En la práctica, explica el responsable de Planificación y Carga del departamento de Contenidos y Didáctica en Internet en UNIR, Carlos Heredia, el editor es el encargado de la revisión ortotipográfica del material que el estudiante va a visualizar y descargar del aula virtual. Su cometido no acaba ahí y mucho menos en un entorno 'on line'. «También es el responsable de su enriquecimiento visual para que sea más atractivo, con esquemas, imágenes, vínculos, enlaces y vídeos».
1 Realizar las correcciones ortotipográficas y de estilo que sean necesarias en las asignaturas entregadas por los autores/profesores. Darles formato respetando las plantillas. También se revisan las imágenes y el material audiovisual que se insertan en los temas.
REVISIÓN ASIGNATURA Realizar las correcciones ortotipográficas y de estilo que sean necesarias en las asignaturas entregadas por los autores/profesores. Darles formato respetando las plantillas. También se revisan las imágenes y el material audiovisual que se insertan en los temas.
2 Organizar todo ese material en un gestor de contenidos (CMS) para su virtualización en las plataformas educativas de UNIR para que esté disponible para los alumnos.
SUBIDA A CMS Organizar todo ese material en un gestor de contenidos (CMS) para su virtualización en las plataformas educativas de UNIR para que esté disponible para los alumnos.
3 Finalmente, revisar la versión web de la asignatura para garantizar que el volcado es correcto.
REVISIÓN AULA VIRTUAL Finalmente, revisar la versión web de la asignatura para garantizar que el volcado es correcto.
Para que el resultado de esta labor sea de primera calidad, el editor va a tener que colaborar mano a mano con el autor del material, aunque el responsable final de la asignatura «será el propio editor, que va a dedicar su esfuerzo a que la materia reúna los estándares que tenemos en UNIR».
Puesto que el material es lo primero que el estudiante se va a encontrar cuando acceda al aula virtual es importante que el editor se ponga en su piel. «Tiene que sentirse como el alumno que está leyendo los textos y si le surgen dudas, al estudiante también». En esos casos, el editor buscará la ayuda del académico para solucionar los problemas que se van encontrando, de ahí que una «buena sintonía» entre ambos «es clave para lograr la calidad».
En el caso de UNIR, explica Heredia, el hecho de trabajar en un entorno virtual tiene ciertas ventajas respecto al libro. El papel tiene limitaciones que el aula virtual no tiene. Se pueden añadir vídeos, vínculos para profundizar en la materia y enlaces a sitios web. En los textos, para evitar que sean planos y poco atractivos, también hay que jugar con las negritas, los destacados y las herramientas colaborativas que permiten a los estudiantes interactuar entre ellos.
UNIR cuenta con 74 editores que están integrados en el departamento de Didáctica en Internet, Contenidos y Mejora Continua. El perfil, explica Heredia, es el de una persona que ha acabado Filología, Periodismo o Humanidades, entre otros estudios, pero además «le encanta la lectura, la escritura y aprovecha las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías».
1. Revisar bibliografía. Pedir la misma si es necesario.
2. Revisar la estructura de los temas (secciones) de acuerdo con metodología UNIR.
3. Realizar la corrección ortotipográfica y de estilo.
4. Llevar a cabo una adaptación web si es necesario: revisión de textos, elaboración o incorporación de imágenes, entre otros.
5. Revisar y proponer mejoras en los guiones del material audiovisual.
6. Elaborar y maquetar la guía docente de la asignatura.
7. Elaborar la programación semanal de la asignatura. Distribución óptima de las actividades en la programación semanal y contrastar con la parrilla de actividades si procede.
8. Cargar los materiales en el CMS.
9. Cargar en la plataforma el material audiovisual.
10. Carga de test y actividades en la plataforma.
11. Llevar a cabo la última revisión de la asignatura en la plataforma una vez subido el contenido al CMS o maquetado en la web.
12. Realizar actualizaciones periódicas de todas las asignaturas que se imparten.
La valoración de los estudiantes respecto de las diferentes áreas de la universidad, entre ellas la edición, se mide a través de una encuesta que efectúan a final de curso y, si bien la percepción es mayoritariamente positiva, «puede haber algún comentario de alumnos que no han sentido la misma satisfacción» y «cuando esta información, ya sea buena o mala, es relativa a los contenidos nos dan avisos».
En el día a día, añade Heredia, «el estudiante aporta un 'feedback' muy importante». Son los primeros en darse cuenta de que, por ejemplo, un enlace se ha caído, «lo dice a su tutor, el tutor nos traslada la incidencia y nosotros le ponemos solución cuanto antes».
Javier Cuesta llegó al departamento de contenidos de UNIR tras una larga etapa en el sector de la comunicación. Se planteó la posibilidad de trabajar en una institución destacada en el ámbito de la educación 'on line' y que además tenía la sede en su ciudad, Logroño, y tras conocer las funciones que tenía que desarrollar accedió a un proceso de selección y poco después empezó a trabajar.
Se incorporó en plena pandemia y pese a las dificultades propias del momento, su adaptación, dice, «fue sencilla» gracias a que «UNIR cuenta con una infraestructura muy desarrollada a nivel tecnológico y esto facilita mucho las comunicaciones entre los trabajadores en mi departamento».
El día a día comienza con la asignación de tareas a cada editor por parte del responsable. A partir de ahí, «realizamos una corrección ortotipográfica y dotamos a todos los materiales de un diseño corporativo». Luego se editan los vídeos que se van a utilizar en clase y las actividades y test que forman parte de la asignatura en cuestión.
Para Javier Cuesta, el departamento en el que trabaja lo forman un grupo humano consolidado en el que es fácil integrarse y es, además, «un importante nicho de empleo para personas que tengan formación lingüística».
«Los contenidos con los que trabajas son de interés y trabajas con mucha información avanzada y del momento», apunta para concluir a renglón seguido que «trabajar en un universidad es una oportunidad diaria para enriquecerse tanto cultural como humanamente».
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