Una de las vacas de la ganadería Serrano de Anguiano afectada po la EHE. ENRIQUE SERRANO

El 'covid de las vacas' no las excluye para el consumo humano pero merma su valor

Un animal destinado a carne se paga en el matadero por el peso y si el bovino supera la enfermedad puede perder cientos de kilos

Diego Marín A.

Logroño

Martes, 7 de noviembre 2023, 07:22

A pesar de que la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), que ya afecta a 65 explotaciones ganaderas de La Rioja, es vírica, no cuenta con vacuna ni con un tratamiento específico y, según el Gobierno de La Rioja, ya ha causado la muerte de 16 ... vacas, el contagio no supone el descarte del animal como apto para el consumo humano.

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«La enfermedad no se transmite a la especie humana por la ingesta de carne o leche ni por contacto, no afecta a la salud pública. Ni siquiera se contagia de un animal a otro, solo por la picadura de culicoides, que es como un mosquito. En principio, los animales se tratan y se recuperan», expone Julián Somalo, presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de La Rioja. Los veterinarios, de hecho, reniegan de la denominación popular 'covid de las vacas'. «Nada tiene que ver ni la patología ni con la transmisión, es una enfermedad vectorial que afecta al ganado y no se transmite a los humanos. Creo que se ha denominado así por la velocidad de expansión, pero es desafortunado llamarlo así», advierte Julián Somalo.

Las vacas contagiadas no pueden ser derivadas al consumo humano durante los tratamientos veterinarios, por los antiinflamatorios. «Por la enfermedad en sí no hay restricción de movimientos pecuarios, pero sí que hay un control estricto en los mataderos por parte de veterinarios de que los animales entren sanos, por su propio pie», especifica el presidente de los veterinarios riojanos. Tampoco hay una normativa que obligue al sacrificio del animal por su contagio, como sí ocurre con la tuberculosis, aunque se puede optar por la muerte por el bienestar animal, en caso de afección grave irreversible.

«La enfermedad no se transmite a la especie humana por ingesta de carne o leche ni por contacto»

Julián Somalo

Colegio Veterinarios de La Rioja

«La mayoría de mis vacas están evolucionando bien, pero yo creo que no puede ser igual la vida del animal»

María José González

Asoc. Ganaderos Camero Viejo

«El miedo es que el animal no siga siendo válido. De las que yo tengo contagiadas, la que peor está ha perdido 300 kilos»

Enrique Serrano

Asoc. Ganaderos Las Cuevas

Sobre un censo de 8.265 animales en La Rioja el Ejecutivo regional informó de 141 animales positivos, si bien los ganaderos estiman que el número pueda ser mayor, por sintomatologías, a pesar de que no haya confirmación oficial. El ganado ovino y caprino es susceptible a la infección, pero poco a la enfermedad. Sin embargo, los cérvidos se ven afectados de forma más grave.

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«No sé si se quedará preñada»

El problema para los ganaderos, al margen de la preocupación y los gastos de los tratamientos veterinarios, son las secuelas que pueda tener el animal enfermo. Una vaca destinada al consumo de su carne se paga en el matadero en gran parte por el peso y una que supere la EHE se debilita de tal manera que puede perder cientos de kilos, por lo que se devalúa. «El miedo es que el animal no siga siendo válido. De las que yo tengo contagiadas, la que peor está ha perdido 300 kilos, tiene una gran genética y el fin es librarla porque es joven, pero algunos síntomas en machos son la esterilidad y en hembras provoca abortos», explica Enrique Serrano, ganadero de Anguiano y presidente de la Asociación de Ganaderos Las Cuevas.

Ya sea por un motivo o por otro, la EHE parece que afectará a las ganaderías de forma sustancial. Algunos ganaderos empiezan a plantearse si no hubiera sido más rentable haber sacrificado al animal al detectarle la enfermedad, sin iniciar el tratamiento. Para la ganadera de Laguna de Cameros María José González, presidenta de la Asociación de Ganaderos del Camero Viejo, la preocupación es similar a la de Enrique Serrano. «La mayoría de mis quince animales contagiados están evolucionando bien, aunque una está muy mal, afectada a las articulaciones, después de siete días sin comer ni beber. No sé si se quedará preñada. Yo creo que no puede ser igual la vida del animal después de esto», considera González, si bien también reconoce que, todavía en pleno tratamiento, es pronto para asegurar nada.

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