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La subida de los costes comienza a hacerse evidente en el precio de los productos básicos de alimentación. Los consumidores lo notan ya en la fruta y verduras de temporada, en la carne..., el precio de los tomates se ha disparado, el cordero cuesta el doble que en junio y, si quiere comprar un kilo de nueces, vaya desembolsando siete euros. Pero la escalada no queda ahí, Los precios de los aceites y lubricantes preocupa al sector del transporte y desde el sector de la climatización ya avisan: «Los proveedores ya nos están avisando de que va a haber un incremento importante, pero no sabemos cuánto».
El pienso y el precio de los huevos
Los huevos son uno de los productos de la cesta de la compra que más se ha encarecido en las últimas semanas. El pienso con el que se alimenta a las gallinas ya cuesta el doble que el año pasado y hay cereales, como señala en primera persona Inmaculada Leza, propietaria de la granja La Floreta, cuyo precio se ha triplicado en los últimos cuatro meses. «He pasado de pagar 4.500 euros por un camión de maíz a 8.000, es una pasada». Un desembolso al que suma la imparable subida de los envases de cartón donde van resguardados. «Normalmente había una subida al año, pero desde agosto llevamos tres, cada estuche grande supone ya 30 céntimos...». Pero, pese a este incremento de los precios, Inmaculada, con granja propia, ha optado, hasta que pueda, por mantener prácticamente inalterables los precios de venta al público: «Solo hemos subido entre 10 y 20 céntimos según los tamaños. Nuestra prioridad es mantener la clientela, pero es que además las grandes superficies, los hoteles y las carnicerías a las que abastecemos no nos dejan encarecer el precio».
Los tomates, imparables
Cualquiera que se acerque a las fruterías y los lineales de los 'súper' comprobará que la fruta está cara. Hay productos que en pocos días han multiplicado su precio. En algunas de las tiendas consultadas por este periódico aseguran que llenar una bolsa con el género de siempre ya es cinco euros más caro que hace un mes. Uno de los casos más llamativos nos cuentan es el de los tomates «El de pera, que viene de Almería, estaba a 0,50 euros el kilo hace un mes y ahora cuesta 2,70 euros», ilustran. Pero son muchos más los productos que están por encima de su precio habitual como señalan en Frutas Millán. «Las naranjas tendrían que estar en torno al euro, pero no lo están; el melón pronto empezará a subir, el plátano dijeron que iba a mantenerse, pero no, lo que pasa es que la gente lo compra por ayudar a Canarias». Las nueces también están por las nubes, a 6,75 euros, «y eso que son de La Rioja». Sin embargo, junto a las subidas también cabe hablar de otros productos frescos que mantienen sus precios: la acelga, la borraja, las cebollas, los puerros...
Chuletillas de cordero a 27 euros el kilo
Situación similar ocurre con la carne. Hay una subida general, pero es el cordero el que se ha encarecido de manera significativa, tal y como explica Carlos Ruales, de Carnicería Maza, especializada en productos riojanos. «Es algo exagerado, ha subido casi un cien por cien desde principios de verano. Las chuletillas, nuestro plato estrella en La Rioja, las estoy vendiendo a 27 euros el kilo cuando lo normal era pagar 14». ¿Por qué se ha disparado el precio? Lo explica: «No hay corderos. Con la pandemia los ganadores han ido cerrando sus explotaciones. La mayoría dependía de la restauración y, como se cerró todo, pues ellos también tuvieron que cerrar. Han liquidado todo, no quieren saber nada porque empiezan a sumar la materia prima, más los piensos, el gasoil para calentar... Y como todo esto se ha disparado, no quieren saber nada». La ternera también ha subido, pero menos «porque ha funcionado bien en carnicerías y centros comerciales» y el cerdo se mantiene después de varias subidas en los últimos dos años. ¿Y las aves? «El pollo apenas ha subido un 2% porque es un producto de gran consumo», resume.
Alerta ante la escasez de AdBlue
«Si llenar el depósito antes costaba 50 euros, ahora son 70», es el resumen que hace el conductor de un Citroën DS 4 en una gasolinera de Logroño. Los riojanos ya hemos pagado esta semana los carburantes más caros de la historia. Una situación que también alcanza al mundo de los lubricantes con subidas de hasta un 400 por cien en el caso por ejemplo del aceite hidráulico (para las máquinas), señalan en La Boutique del Lubricante. «Este es el producto que más se ha disparado, algo exagerado, pero luego están los aceites de engranajes, el aceite de motor, los anticongelantes... que también han subido entre un 30 y un 50%». A estos precios se une la escasez de AdBlue, un producto imprescindible en los actuales motores diésel y necesario para reducir los gases contaminantes de casi todos coches. «Están cerrando las empresas porque perdían dinero, se vendía muy barato». Pero, además, también es un aditivo muy escaso. «El problema en el mercado de la automoción en general es que está escaseando la materia prima». «Las malas lenguas dicen que detrás de todo esto están los chinos, no sé... Lo único cierto es que sabemos muy poco de lo que está pasando», señalan en este establecimiento, donde de momento y gracias a que se surtieron antes de la subida, han decidido mantener los precios.
Contención en el sector textil
Los últimos datos del IPC señalan que el mayor descenso de precios se ha producido en el sector textil. Pero ¿qué dicen en las tiendas de textil de hombre y mujer consultadas? «Sí, yo una sudadera la sigo vendiendo a 20 euros, igual que el año pasado, pero para el pedido de febrero ya nos han dicho que hay cosas que van a subir», señalan en Benini, donde también justifican los incrementos para afrontar los gastos sobrevenidos en las últimas semanas igual que a todos. «No sé a otro, pero a mí me han subido todo», señala. A lo que suma los problemas de desabastecimiento: «Hay muchas prendas que no nos han llegado, tengo pedidos enteros que no lo han hecho, ¿por qué? Antes fletar un contenedor costaba mil euros desde China, ahora igual son 20.000 o se lo lleva el que más paga». Isabel Sáenz, de Moda Sabel, insiste en la crisis del textil: «Es una cadena, suben los transportes, los sueldos y al final es inevitable que repercuta. Hay ropa que se va manteniendo en los últimos años, pero otras prendas como esas chaquetas acolchadas que están ahí que se han encarecido un 15%, tambien la ropa de interior va a experimentar un subida, de un 10% más o menos. Los sujetadores ya han cambiado las tarifas, Yo vendo una marca nacional, que es la que diseña los patrones, pero luego la fabricación la realizan en Colombia y claro la producción s ha encarecido porque ha subido la mano de obra, el tranporte, el gasoil... », señala. «Las tiendas de textil acumulamos un gran stock porque no ha habido celebraciones, la forma de darle salida es poner todo un poco más barato». Dentro de pocos días se celebrará el black friday y, pese a lo que cabría esperar, esta comerciante afirma que es es una campaña que, desde que se han sumado las grandes superficies, se ha vuelto en contra del comercio local. «Además la gente espera a esos días para comprar, el resto del mes de noviembre. que siempre ha sido bueno para las ventas, no se pasa nadie».
Las tiendas de arreglos de ropa tampoco se salvan de la crisis, pero, al menos Paqui Estévez, de Entrecosturas está contenta porque trabajo no le falta: «Tengo muchos clientes que vienen porque han engordado durante la pandemia». «Pago por la alarma, el seguro, el alquiler... Lo que me salva es que no tengo calefacción; si tuviera que ponerla, tendría que subir el precio sin remedio».
«Ha subido todo y mucho», aseguran desde todos los sectores consultados. «Lo que antes costaba un euro, ahora cuesta seis», apsotillan en un negocio de instalaciones de climatización, donde ya advierten también de fuertes subidas eb los próximos meses. «Muchos proveedores ya nos están avisando de que va a haber un incremento importante, pero no sé decir cuánto. Nos están aumentado el precio de todas las compras en todos los productos de fontaneria, electricidad... ¿Cómo afrontamos el futuro? Pues esperando que el cliente final pueda asumir los costes.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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