La extensión de la vacunación no puede nublar el hecho de que el COVID sigue actuando y se cierne sobre pacientes cada vez más jóvenes. Así lo advierte el director médico de Atención Hospitalaria del SERIS, apelando a perseverar en la responsabilidad hasta que ... el nivel de la presión asistencial lo rebata.
– ¿Cuál es perfil de los pacientes de COVID y cómo ha variado a lo largo de los meses?
– Se constata que ha bajado mucho la media de edad. Así como en las tres primeras olas eran pacientes que rondaban en general entre los 70 y 75 años o más, ahora mismo están en torno a los 50. De los últimos cuatro ingresados en la UCI del San Pedro, los cuatro tiene menos de 50 años y uno está por debajo de 25. Todos, en situación de gravedad.
– ¿A qué se debe la variación?
– Es muy atribuible sin duda a la eficacia de la vacunación. Los que ya están inmunizados y que corresponden a las franjas de edad más elevadas han superado el riesgo de enfermar. Son los que todavía no han recibido su dosis correspondiente los que sufren el COVID, algunos de forma grave. Pero es razonable pensar que no es la única causa.
«De los cuatro últimos pacientes ingresados en la UCI, todos tienen menos de 50 años y uno incluso está por debajo de los 25»
«Hay que seguir haciendo las cosas bien y cumplir las normas, porque seguimos siendo susceptibles a la enfermedad»
Adolfo Calvo | Director médico de Atención Hospitalaria del SERIS
– ¿Hay relajación al seguir las medidas de protección? ¿se está pecando de confianza?
– Todo indica que es así. Lo que hemos visto en las otras olas es que, aunque entonces proliferaban los pacientes mayores, desde el principio ha habido también jóvenes que siguen estando ahí. Por lo tanto es necesario concienciarse de que hay que seguir haciendo las cosas bien, porque continuamos siendo susceptibles a la enfermedad. El virus no ha desaparecido y no cabe bajar la guardia hasta que la vacunación alcance a una gran mayoría y logremos la inmunidad adecuada.
– ¿Tiene un paciente joven menos probabilidades de fallecer o sufrir secuelas graves?
– Desde el momento que se ingresa en la unidad de intensivos significa que la enfermedad es grave y requiere una atención muy concentrada. Los pacientes mayores tienen más riesgo de fallecer por el desgaste de su metabolismo, pero ser joven no significa que esa probabilidad no exista en ellos. La juventud tiene en estos casos una doble vertiente: por un lado el cuerpo suele ser más fuerte, pero la respuesta inflamatoria de la enfermedad es, también por esa circunstancia más agresiva y contumaz.
– ¿Ha variado el tiempo de permanencia en la UCI con la reducción de la media de edad de los ingresados que se aprecia?
– El tiempo medio de estancia sigue siendo similar, porque el tratamiento,una vez que se entra en la unidad, apenas ha cambiado. Sí que es cierto que, como le decía, si un paciente joven tiene un cuerpo más robusto es probable que su recuperación sea algo más rápida en relación a la debilidad o la sintomatología muscular, pero también es probable que la enfermedad sea en él más intensa.
– ¿Hasta cuándo se prolongará la situación?
– Ojalá existiera una bola de cristal para dar una respuesta exacta. Lo que está claro es que la coyuntura continuará hasta que haya una inmunidad adecuada. Esto tiene que ver con que la mayor parte de la población esté vacunada, pero también con la responsabilidad individual de cada uno en el seguimiento estricto de las medidas de prevención.
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