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Duca Montoya llegó a Londres en el 2007. Este año será la gran ausente en unas navidades que a veces celebraba en Logroño, a veces en Madrid. «Cuando desde aquí se podía volar a Canarias nos llegamos a plantear esa opción para juntarnos, pero todo ... se ha complicado y hemos pensado que ya vendrán otras navidades que celebrar», dice sin abandonar su perenne sonrisa.
Desde hace tres años vive con su marido Stephen y con sus dos pequeños, Elliot y Matilda, en Bishop's Stortford, una ciudad de apenas 40.000 habitantes al noreste de Londres.
«Con la nueva cepa esta es una de las zonas que, como Londres, ha quedado confinada. Todo es muy desconcertante así que vamos a celebrar los cuatro solos la Navidad. Mi marido dice que mientras haya vino, no hay problema», afirma entre risas. Solos, sí, pero prevén recibir la visita de algunos amigos «que dejarán los regalos en la puerta. No puede entrar nadie en la casa». Ese momento, el de abrir los regalos, también será uno de los que compartirán, desde la distancia, con su familia, repartida por Madrid, Irlanda y Logroño. «Nos conectaremos a través de alguna aplicación para abrir todos juntos los regalos», dice Duca Montoya consciente de que serán unas navidades muy diferentes.
En la mesa, el pavo asado reemplazará al cordero y la comida tradicional inglesa relevará al cardo, los langostinos pero no faltará «ni la felicidad de poder estar todos juntos. Eso sí, vamos a echar mucho de menos todo ese jaleo de gente yendo y viniendo preparando cosas, la charla y los juegos de después de la cena, la copa de champán con mis amigas...». Habrá que esperar al 2021.
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