La vacuna de Pfizer llegará a La Rioja desde el domingo en doble dosis

El Ministerio de Sanidad contempla disponer a lo largo de 2021 de 140 millones de dosis, con las que podría inmunizar al doble de los 47 millones de residentes en España, aunque desde el Palacete ni siquiera se ha facilitado el punto dónde se ubican los congeladores que custodiarán las dosis que el Ministerio decida repartir en La Rioja. Un celo que obedece a un secretismo de carácter nacional, ante el temor a sufrir ciberataques que liquiden las previsiones, a pesar de que autonomías como la cántabra no han tenido problemas en revelar la ubicación de ese dispositivo: el puerto de Laredo, visitado la pasada semana por Miguel Ángel Revilla, presidente de esa comunidad.

Tampoco se ha ofrecido detalle alguno sobre una cuestión igualmente estratégica: si La Rioja será uno de esos 50 puntos repartidos en todo el país para la distribución de la vacuna, que llegará a la región a través del mecanismo autorizado desde el Ministerio: un dispositivo de compra centralizada, que empezará a ponerse en marcha el día 27, con una particularidad: las fuentes consultadas en el Gobierno no descartan que, si disponen antes de las dosis, la vacunación incluso se pueda anticipar. Más adelantados los planes de formación del personal de enfermería encargado de administrar la vacuna, según la misma lógica implantada en otras regiones. No se trata, advierten en Salud, de un proceso especialmente complejo, puesto que la vacunación se asemeja según sus previsiones a episodios similares de vacunación contra otros virus. El punto distintivo radica en que los trabajadores están siendo adiestrados en la importancia de esta campaña específica, un proceso de concienciación al que la Consejería concede gran relevancia.

Tampoco se aparta La Rioja del calendario marcado para decidir qué tipo de colectivo será el primero en vacunarse. Como está previsto a escala nacional, será en primer lugar la plantilla de trabajadores sanitarios la que protagonice la fase inicial de la campaña, en compañía de internos y personal laboral de las residencias de mayores. A partir de esos dos bloques, será el turno del resto de grupos: mayores de 64 años, personas con gran discapacidad, personas con condiciones de riesgo, quienes vivan o trabajen en comunidades o entornos cerrados, personas pertenecientes a poblaciones vulnerables por situación socioeconómica, personas con trabajos esenciales y personal docente. Los demás colectivos serán los siguientes: población infantil, población adolescente y joven (mayores de 16 años), población adulta, población de áreas de incidencia y situaciones de brotes y embarazadas y madres que proporcionan lactancia natural. Por último, los seropositivos al virus.