Los trabajos regresan al claustro

Esta semana se han reanudado las obras de restauración en el claustro de la catedral de Santo Domingo de la Calzada, interrumpidas por las medidas de excepción de la crisis sanitaria por el COVID-19.

Los trabajos están consistiendo en la sustitución de todos los ventanales del claustro, y ya se ha realizado la mitad de la intervención, aproximadamente, incluida la colocación de los cristales en los mismos. Esta actuación se espera que esté terminada en el plazo de unas dos semanas, momento en el que se volverán a colocar todos los elementos que conforman la exposición permanente de la catedral, a la espera de que esta pueda volver a abrir sus puertas.

Después de esta fase comenzarán las obras de sustitución de las cubiertas de fibrocemento existentes sobre parte del claustro y la casa catedralicia. También se van a cambiar aquellas partes del tejado del templo que se encuentren en muy mal estado, como por ejemplo la situada sobre los aseos.

Aunque con el forzado parón, «la obra va conforme al presupuesto y a lo que está proyectado», indicó ayer el abad y párroco de la catedral, Francisco José Suárez, que añadió que «lo primero que queríamos hacer era el cambio de ventanales, para que estuviera listo antes de que empezara la temporada alta, si bien las circunstancias que vivimos han alterado todos los planes».

Estas obras fueron aprobadas en marzo del año pasado por la Comisión Mixta del 1,5% Cultural. El departamento nacional aportará el 70% del presupuesto total de la actuación, que asciende a 502.514,80 euros, mientras que el 30% restante será financiado por la catedral.

Se trata de una nueva actuación en el claustro, que vivió su mayor reforma de la edad contemporánea a mediados de los años 80 del pasado siglo, cuando se abrieron todos los ventanales –hasta entonces cerrados–, y se sacó a la luz el empedrado del patio. Posteriores intervenciones han ido adecuando el espacio a sus fines expositivos.