Diferencias y recomendaciones de las pruebas COVID: PCR, antígenos y anticuerpos

Realizar una u otra prueba dependerá de la información que se quiera conocer y del estado del paciente porque cada una está indicada para ciertas situaciones y tiene sus propias características.

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La PCR es la prueba de referencia debido a su fiabilidad prácticamente del 100% ya que responde a un periodo de ventana muy corto. Detecta la presencia de material genético del virus y se realiza a partir de una muestra respiratoria tomada con un hisopo, obteniendo el resultado en 24 horas. Ante un resultado positivo se considera que un individuo es potencialmente contagioso y continuará siendo así hasta que la PCR sea negativa.

Esta prueba es la recomendada en caso de intervenciones quirúrgicas o viajes. También es la más adecuada para las personas asintomáticas que quieran verificar que no están infectadas después de un contacto.

Su propósito es igual que el de la PCR, diagnosticar la presencia del coronavirus. Este test rápido detecta las partículas estructurales del virus en las muestras respiratorias, previamente recogidas a través del exudado nasofaríngeo aunque también está la posibilidad de detectar el virus mediante la saliva, una opción más sencilla para detectarlo en personas mayores y niños.

La principal diferencia con la prueba PCR es que el test de antígenos proporciona los resultados en 15-20 minutos, en lugar de en 24 horas, y no requiere una intervención mecánica como en la PCR. Por este motivo, esta prueba se ha convertido en una técnica muy útil para casos urgentes en los que ha habido un contacto estrecho con un positivo de coronavirus, o si se notan los síntomas de COVID-19.

De hecho, para que este test sea fiable debe utilizarse en los días siguientes a un contacto cercano con una persona infectada. Su sensibilidad es de casi el 100%, siempre y cuando se realice en los primeros cinco días de síntomas o de haber estado en contacto con un positivo, ya que después pierde efectividad. Esa es la principal diferencia con la PCR que puede usarse en todo momento, aunque sus resultados precisan algo más de tiempo.

Las personas que deseen saber su estado inmunológico para conocer si han estado o no en contacto con el virus, o para las que quieran saber si han conseguido superar la enfermedad, deberán acudir a realizarse el test de anticuerpos, también conocido como prueba serológica o test Elisa/CLIA. Sin embargo, hay que recordar que hasta que la PCR de negativo como resultado el individuo se considera contagioso.

Hacer esta prueba demasiado temprano durante el curso de la infección, cuando la respuesta del sistema inmunitario todavía se está formando en tu organismo, puede obtener conclusiones erróneas ya que la prueba puede no detectar los anticuerpos por lo que se recomienda hacer la prueba de anticuerpos hasta por lo menos 14 días después de la aparición de los síntomas.

En los casos en que los pacientes presenten sintomatología y tenga sospechas, la recomendación para el paciente es que acuda al servicio de urgencias donde un especialista decidirá la prueba que conviene realizarle.