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Encontrar cardo en Estambul es complicado, pero se puede intentar falsear con unas pencas de acelga. También se puede sustituir el bacalao por un bonito escabechado, que no es lo mismo. Como tampoco lo será el tempranillo turco que presidirá la mesa del periodista riojano ... Andrés Mourenza en Estambul. La buena noticia es que el cordero no será un problema. «La situación, tanto aquí como allí está complicada. Además acabo de regresar de Azerbayán [desde donde ha informado para El País del conflicto de Nagorno Karabaj] y decidimos que lo más prudente era quedarnos», asume resignado. Habitualmente regresa a casa «dos o tres veces al año», pero desde la Navidad del 2019 no ha venido y este año tocará celebrar el fin de año en Estambul junto a su mujer y el pequeño Leo.
«La Navidad aquí solo la celebran las minorías cristianas del país y mi mujer ha insistido en que hagamos una cena lo más parecida a las de España. Más allá del menú, asume que todo será muy diferente. «Llevamos un año sin ver a mis padres, a mi hermano y echaremos de menos juntarnos con toda la familia con los primos así que la solución será intentar reunirnos con la familia en España a través de Zoom o de Skype pese al cambio horario (dos horas más en Turquía)».
«Ahora toca apelar a la paciencia y a la responsabilidad individual», insiste recordando que Turquía ha sido el tercer país con más contagios durante el mes de diciembre y en el que se intensificarán las medidas restrictivas y el confinamiento en la recta final de un año que el COVID le obligará a recibir lejos de los suyos.
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